*****HECHOS HISTÓRICOS DE MI
TIERRA*****
¡¡¡SOOO CARAJOOOOOOO!!!!
Hace
67 años
Un
día como Hoy
10
de enero 1957
En
Ati, una fría mañana del mes de enero de 1957 con llovizna y neblina incluida,
fue el escenario de tan importante encuentro.
Escribe:
José Santos Gamarra Soto
Antiguamente el territorio del
señorío de Marca fue más amplia que su actual extensión, Marca poseía en el
actual departamento un extenso territorio cuando pertenecía a la provincia de
Huaylas, siendo su territorio el actual distrito de Marca, Ichoca, Pampas Chico
y Huambo por el lado Este, mientras que por el lado Oeste-Sur su territorio
abarcaba los pueblos de Huayllapampa, Tapacocha, Pararín, Llacllín y Chaucayán,
territorios o comprensiones que durante la colonia fueron consideradas como
parte de la encomienda San Lorenzo de Marca.
Años más tarde a medida que
fueron creándose algunos otros distritos, hubieron algunos problemas limítrofes
que llegaron hasta los tribunales de justicia del departamento, dichos juicios
duraron muchos años; en el caso de Marca en la actualidad se podría decir que
se encuentran casi todos resueltos, aunque algunos aún persisten a pesar del
tiempo transcurrido.
Estando en enero del año de 1957,
año en que contaba con seis años de edad, en el lugar denominado Ati, lugar ubicado
en la frontera o límite de los distritos de Marca y Huayllapampa sucedió un
hecho por demás anecdótico y jocoso a pesar de ser un acto de suma trascendencia
para ambos pueblos que mantenían diferencias limítrofes; sin embargo los unía a ambos pueblos el gran
proyecto de trabajar una carretera que conecte a ambos distritos, anhelo
acariciado por décadas por la población de cada distrito, la construcción de la
futura carretera que los una era de vital importancia, por ello ambos pueblos
acordaron construir a pulso su carretera cada uno empezando desde sus
distritos.
Por aquellos años, era común ver a las autoridades de cada
pueblo trabajar de la mano con sus pobladores, atendiendo así que el Alcalde que
habían elegido sus paisanos era aquel buen vecino, el primero entre sus
iguales, que merecía ese cargo honroso que lo convertía en la primera autoridad
del pueblo, por ello cada alcalde trabajaba al lado de los vecinos, en este
caso era la construcción de la carretera con el sistema inca de la minka, por “Topos”, cada poblador tenía un
Topo de seis a diez metros de distancia incluido el alcalde, allí se veía a la
autoridad edil trabajar como uno más junto a los pobladores, cuando terminaba
el primer topo, le asignaban otro topo, así sucesivamente hasta concluir con la
construcción total de la carretera.
Ese año como se ha dicho, en el
paraje de Ati muy cerca de Kosma, actual comprensión del distrito de
Huayllapampa, se programó una confrontación de límites de tierras y la
construcción de la futura carretera Marca-Huayllapampa, el representante de
Huayllapampa era Don Máximo Requena León quien se encontraba sobre un hermoso
caballo blanco y como todo pueblo del ande disfruta de sus caballos, como versa
el poema de José Santos Chocano “Los caballos eran fuertes, los caballos eran
ágiles…”, ésta era una buena oportunidad para lucir su hermoso equino.
Para el desarrollo de este acto
protocolar, eligieron un lugar muy aparente para el encuentro de ambos
emisarios así como su respectiva comitiva, cual embajadores plenipotenciarios y
extraordinarios se constituyeron de ambas jurisdicciones al lugar denominado
Ati, para tan importante evento que definiría el destino de ambos distritos, donde
los representantes más ilustres de éstos dos pueblos cruzaron los saludos como
primer acto protocolar.
El representante por Huayllapampa, un personaje ilustre por cierto, de facciones hoscas y de cónica patilla, luciendo un sombrero a la pedrada, una chalina blanca de fibra de conejo angora, poncho negro y fuete en la mano, sin bajarse de su cabalgadura, sujetándose de la rienda y empinándose del estribo para lucir sus polainas y espuelas de buen chalán, escuchaba atentamente el discurso del representante de Marca, en esos precisos momentos su caballo empezó a corcovear, como queriendo decirle ¡bájate!, entonces don Máximo no se aguantó y exclamó ¡Sooo Carajoooooo!, el discurso calló, el público carcajeó y el acuerdo quedó sellado.