domingo, 19 de mayo de 2024

 

‼️LEGADO LITERARIO DE VALLEJO‼️

Por: José Santos Gamarra Soto
Vallejo fue el innovador de la poesía universal del siglo XX, la renovación del lenguaje literario del vanguardismo hizo que muchos poetas le sucedieran…
*****En el cementerio Montparnasse de París reposan sus restos, al que después de una ardua búsqueda encontramos su tumba, y donde le dejamos en una tarjeta nuestro agradecimiento: “Solo vine a conocerte César Vallejo” *****

‼️¡Hay golpes de la vida, tan fuertes… yo no sé!
golpes como el odio de Dios, como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… ¡Yo no sé!‼️
Vallejo expone en sus obras que el espíritu solidario es lo que da sentido a la vida, considera que la vida consiste en hacer cosas para el bien de los demás, así lo expresa en sus obras al hablar de la fraternidad que es la unión y buena correspondencia entre hermanos, o los que se tratan como tal, no importa que no tengan una relación filial, donde el hombre puede manifestarle esa fraternidad sin haberlo visto o conocido antes. El poeta César Abraham Vallejo Mendoza era un hombre de exacerbada sensibilidad ante el dolor propio y colectivo, era muy fraterno, en sus últimos libros se percibe un sentimiento de solidaridad como respuesta a sus profundas inquietudes religiosas y sociales pasando por lo metafísico.
Al leer sus obras, uno se encuentra con un poema muy conocido en su libro “España, aparta de mí este cáliz” donde habla sobre la guerra y la hermandad, este poema es “MASA”.En el año de 1966 cursando el segundo año de educación secundaria en el Colegio Nacional Guillermo E. Billingurth de Barranca, declamé el poema Masa, aquel año tenía un profesor de Lengua y Literatura llamado Gabriel Gonzáles, muy bueno en poemas y poesías, quien me enseñó el secreto y el arte de declamar poesías, mejorar mi actuación corporal, las mímicas y la posición escénica; años atrás, en la escuela primaria de Marca fui recitador de poesías del primero al quinto de primaria, recitaba poesías en cada evento académico que se organizaba. Al tener dominio en el escenario, fui mejorando en los movimientos escénico-corporales, la mirada al público y una serie de actitudes y cosas que tenía que ponerlos en práctica durante mi presentación en los escenarios, le escuchaba a mi profesor con especial atención para aplicarlos.
El veinticuatro de junio de aquel año se celebraría el “Día del Indio” como así lo exigía el calendario escolar, con la concurrencia del director del colegio, profesores, alumnos y público en general asistimos al Cine Teatro “América” de Barranca, donde recité el poema Masa de César Vallejo, cuyas letras no me olvidaría jamás:
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: “¡No mueras, te amo tanto!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
“!No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: “¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: “¡Quédate, hermano!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar…
Para la escenificación del poema en el Cine Teatro América, mi profesor de Literatura invitó a mi compañero de salón y carpeta Mauricio Pantoja Arévalo natural de Barranca, quien al culminar la secundaria en el año de 1969 fue becado en el colegio y con ello su ingreso directo a la Universidad de Ingeniería, años más tarde en la UNI también salió becado a la Universidad de Leningrado en Rusia a seguir sus estudios de posgrado de Ingeniería Mecánica.
Durante la declamación de la poesía, mi amigo Mauricio, estaba echado en medio del teatro en posición de cúbito dorsal y al terminar la poesía se levantaba, me abrazaba y ambos salíamos caminando abrazados de la escena, mientras el público aplaudía, así como al final de la poesía dice: abrazó al primer hombre; “echòse a andar juntos…”, al tiempo que bajaba el telón del Cine Teatro América, con sonoros aplausos del público asistente.

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sábado, 18 de mayo de 2024

 

    *****PERSONAJES PINTORESCOS DE MI TIERRA*****              

                      PAJALLO PIKALLO PINTO

                     Don Porfirio Quispe Gómez 

Por: José Santos Gamarra Soto

 

Un personaje muy característico en Marca, Recuay, Ancash, fue don Porfirio Quispe Gómez a quien lo llamaban “Llapchako”, por ser “Llullu shimi”, tenía dificultad para pronunciar las palabras, era dueño del camión San Lorenzo de Marca, cuando tomaba su Washcu andaba por la calle diciendo que él era el “Pájallo Píkallo Pinto” en lugar de decir que él era: El Pájaro Pícaro Pinto. Don Porfirio, llegó a procrear varios hijos, era un hombre muy trabajador y bondadoso, comerciante como ninguno, tenía una tienda de abarrotes muy surtida, y bazar donde vendía telas para damas y caballeros en el Jr. Bolognesi, centro de la ciudad. 

El terremoto del domingo 31 de mayo de 1970 asoló todo el departamento de Ancash, aquel domingo don Porfirio Quispe, debía llegar a Marca desde Barranca en horas de la tarde como siempre solía hacerlo, pero por el terremoto no llegó ese domingo. Al día siguiente era lunes primero de junio, la señora Rosa Cubillas esposa de don Porfirio, nos buscaba a Juan Melgarejo y a mí que durante y después del terremoto en la ciudad nos convertimos en rescatistas de los damnificados, la Sra. Rosa nos buscaba con la finalidad que caminemos hacia el sur por la carretera en búsqueda del camión San Lorenzo y su esposo Porfirio, que a su vez era manejado por don Pedro Espinoza Soto. Con Juan Melgarejo nos encontrábamos en una disyuntiva, teníamos un poco de temor porque los temblores se repetían a cada cinco minutos, la señora Rosa nos rogaba que buscáramos a su esposo, nos había preparado nuestro “fiambre” y nos ofreció un pago por la búsqueda, aceptamos el fiambre más no el pago, no pudimos negarnos, era un acto de humanidad, la señora lloraba por su esposo.


Con Juan Melgarejo comenzamos a caminar rumbo al sur, en búsqueda del camión San Lorenzo y sus pasajeros, Convento, Kakahuás, Rárapi, Rosaspampa, ¡Que tragedia!, en el trayecto nos dimos cuenta los estragos que había ocasionado el terremoto un día antes, habían animales muertos en lo que quedaba de carretera, ya por Pati no se podía pasar, el derrumbe había cubierto por completo la carretera, nos dimos maña para pasar el obstáculo pasando por encima de la carretera,  llegamos a  Kosma,  igual, toda la carretera estaba cubierta de rocas y piedras, en Muña Jircan la carretera se había precipitado al abismo por el movimiento telúrico quedando una inmensa zanja que dificultaba nuestro paso. A la altura de Takar, lugar donde pensamos encontrar algún espacio para un descanso, nada, inmensas rocas desprendidas desde Curco y Shinua se habían precipitado casi a quinientos o seiscientos metros de altura, el temor que teníamos era el desprendimiento de alguna de las rocas que habían quedado suspendidas en los acantilados y como los temblores se repetían a cada instante, era fácil que alguna de esas rocas se precipitase desde las alturas.

Llegamos a Anka Alta, del camión, ni rastro, luego Anka Baja y Cashapampa, nos aterrorizó ver cómo había quedado la carretera a la altura de las curvas de Pandejabòn, desaparecido por completo, Pandejabòn es el lugar de mayor peligro por el precipicio que existe en la carretera Chucchu-Marca, con una caída de doscientos metros de altura hasta el río en forma recta, al caer la tierra y piedras cubrieron por completo casi un kilómetro de longitud, por lo tanto no pudimos avanzar en nuestra caminata hacia el sur en búsqueda del camión y sus ocupantes, no había modo de pasar aquel lugar, nos sentamos y estuvimos largo rato en Pandejabón, pensando que hacer. Un poblador apellidado Enríquez apareció por los escombros venía desde Barranca apenas ocurrió el terremoto por sus familiares en Marca, nos manifestó que el camión San Lorenzo a la hora del terremoto había parado en Chaucayán a recoger pasajeros y carga que llevar hacia Marca, felizmente el terremoto sucedió cuando el carro estaba estacionado en dicho lugar, en el camión regresaba de su viaje a Lima, la profesora del Colegio Clemencia Vélez Acevedo de Loayza, la que nunca más regresaría a Marca, sino hacia la capital y caminando días después alrededor de 60 km., desde Chaucayán hasta Barranca, luego a Lima.. 

Don Llapchako tenía muchas anécdotas en Marca, estando en el año de 1962, se comenzó a construir la primera carrocería mixta en la plaza de armas de Marca a cargo de don Pedro Hitler Cubillas Espinoza, quien muy joven había aprendido ese oficio en la capital. Dicha carrocería se confeccionó por especial encargo de don Porfirio Quispe, quien había comprado un chasis nuevo de camión al que le puso de nombre “San Lorenzo de Marca”, el camión era marca Ford 800, eje simple, color rojo y blanco, capacidad máxima de carga 10 toneladas, convertido en camión mixto para llevar pasajeros. Hitler le fabricó la carrocería con dos filas de asientos en la caseta, canastilla en el techo de la caseta, y en la tolva tenía tablas que servía de asiento para los pasajeros, y todavía más atrás llevaba reses y chivos para el camal de Paramonga.

 

Este camión, en aquel tiempo era conducido por su yerno Juan Salazar, esposo de su hija Elcira. Cuando estaba en fabricación dicha carrocería, cierta vez, llegó a Marca una pobladora desde Huayllapampa, y quedó impresionada al ver en la plaza de armas la obra de Hitler, al regresar a su pueblo comunicó a sus paisanos con la siguiente frase:

 

           “Cha channnnn… marquinucuna carruta rurayan”

             (Assu…Los marquinos ya saben hacer carros)…


martes, 14 de mayo de 2024

                          HITLER CUBILLAS

                                (Wisky tac yaku tano nomi upuco…)                          

                 Por: José Santos Gamarra Soto 

      Don Hitler Cubillas en la actualidad es un vecino longevo de Marca, Recuay, Ancash, a quien todo el pueblo lo conoce como “WANLAN” por ser el hombre más alto del pueblo. Muchos años atrás, él era un hombre de múltiples ocupaciones, era Carpintero-Ebanista, preparaba los Quipus para los muertos, “Amarrador” del Cúmuchi en Semana Santa, Panadero en los funcionarios de las fiestas patronales, elaborar Chicha de Jora, el mejor Basquetbolista en las contiendas que se sostenía con los Huayllapampinos, es decir era conocedor y sabedor de casi todas las cosas cuando algún vecino necesitaba en la ciudad.  

     Un día Lister Ynel Rodríguez Soto, había llegado para gozar de la fiesta patronal de Marca, y había llevado consigo desde el Callao una botella de Wisky para tomar con sus amigos, entonces al ver a la distancia a Hitler quien, es su vecino lo llama, y le dice: 

-          Hola Hitler, ven a tomar Wisky con nosotros she…le inquiere Lister

Hitler se acerca y agarra la botella de Wisky que le ofrece Lister y se queda mirando fijamente, al rato le contesta en nuestro quechua marquino:

-          Ahhh quetac nokac yakuta nomi upuco…causando risa entre los presentes.

(Ah, esto yo me lo tomo como agua)

        Su nombre completo es Pedro Hitler Cubillas Espinoza, y este domingo 19 de mayo estará cumpliendo 84 años de edad, es un hombre muy versátil, se las ingeniaba para cualquier eventualidad, siempre salía airoso en lo que se proponía, bastaba con decirle algún favor con la debida anticipación, él los cumplía a cabalidad. Es un buen amigo, hasta el día de hoy no me llama por mi nombre, siempre me dice “Dolton”. Por los años 70 como estudiante del colegio San Lorenzo de Marca, sosteníamos electrizantes encuentros de fútbol, él jugaba por el Club San Lorenzo, el Club Flecha o Huracán, mientras que yo jugaba por el Colegio San Lorenzo, en oportunidades sosteníamos encuentros entre solteros vs. casados.     

        Corría el año de 1962 cuando llegaron a Marca en excursión la delegación de Malvas perteneciente en ese entonces a la provincia de Aija, ahora Malvas pertenece a la provincia de Huarmey desde el año 1984. Los alumnos más pequeños de la escuela, fuimos preparados para hacer barra en las contiendas deportivas una semana antes de la llegada de los excursionistas, con cantos y hurras, teníamos que hacer sentir la localía al equipo visitante, el profesor Félix Montenegro Ríos para esta ocasión compuso una canción, cuyas letras decía:

Nuestros muchachos, van a la cancha

dispuestos a ganar,

Son los mejores, de nuestra escuela

que de ellos es triunfar

 

Alegres compañeros,

jugad sin vacilar

Si todos somos unidos

La victoria nuestra será

 

Muchachos, quien ganará,

Muchachos, quien perderá,

Ganará Marca o perderá Marca

Perdiendo, ganará

 

Ay, ay, ay, ay

Quién ganará.

Ay, ay, ay, ay

Quién perderá.

               Era tal la algarabía por la llegada de los excursionistas, que una hora antes que ingresen los jugadores al campo deportivo de “El Convento”, junto a mis amigos, juntamos once palitos y amarrarlos como signo fatal para que no puedan correr los jugadores del equipo visitante, esos once palitos eran enterrados en el arco contrario. Habíamos cazado once grillos cuyas piernas desprendidas se enterró debajo del vertical del arco contrario y corríamos una y otra vez por el arco contrario en señal de anotar un gol. Estas manifestaciones inocentes los habíamos escuchado de nuestros padres y mayores para que el equipo contrario no pueda desarrollar sus facultades deportivas y alzarse con el triunfo.

          Finalizada la justa deportiva nos dirigimos a la Plaza de Armas junto a la población, donde el profesor Félix Montenegro silbato en mano, guantes blancos, desarrollaba atletismo con los alumnos de Marca para los visitantes; uniforme de short azul, polo blanco, medias y zapatillas blancas; como olvidar aquellas piras humanas que se formaban de tres o cuatro cuerpos a veces hasta más en la polvorienta plaza de armas; los alumnos más fornidos eran la base del monumento humano, luego los más ligeros, subían a la cúspide de la pirámide, donde un niño  levantaba en la mano derecha la bandera peruana, ese niño generalmente era Joaquín Gamarra, uno de los mejores atletas que tenía la Escuela  por esos tiempos, caminaba con las dos manos al piso, boca abajo, se contorneaba y hacia piruetas en el aire en forma vertical y horizontal, demostrando sus dotes de buen atleta, precisamente como buen atleta que era y por cosas del destino, un año después tuvo una circunstancia o desliz de mucha preocupación para la población marquina en Iglesiaqaqa.

            Aquel año de los excursionistas, había un alumno de la Escuela de Malvas llamado Vitalio Rosales Papa quien en la actualidad es profesor, quien al llegar a Marca no podía salir de su asombro e incredulidad, parecía estar en otro mundo, en una ciudad muy avanzada según versiones de él mismo, al ver que en la Plaza de Armas de Marca se fabricaba la carrocería de un camión a cargo del ebanista, nada menos que don Hitler Cubillas Espinoza, no pudo disimular su asombro al ver dicha fabricación, la ciudad tenía luz eléctrica y estaba iluminada en las noches, el paso del río por el centro de la ciudad que le daba un aire turístico especial, las bodegas bien surtidas, le impactó quedando maravillado por tales hechos…

Autor: José Santos Gamarra Soto

Fotografías: Gustavo Gamarra Cubillas

  

domingo, 12 de mayo de 2024

 

*****PERSONAJES PINTORESCOS DE MARCA**** 

“SHANCURERO” EL NOVIO DE LAS MARQUINAS 

              Por: José Santos Gamarra Soto

 

S

in duda que en toda generación existen nombres de algunos habitantes del lugar que hacen historia con sus nombres o apelativos. Los padres cuando nacen sus hijos, encandilados por la historia de personajes célebres, ponen a sus hijos nombres de héroes espartanos, romanos o visigodos, o si alguna vez escucharon o leyeron en algún libro nombres que, provienen de culturas griega, romana o egipcia, ò algunos filósofos y pensadores de la antigüedad, ese era el nombre a poner.

  Marca no es la excepción de ésos nombres pintorescos, existen nombres y personajes que han sido muy populares en su época, aquellos que figuran en el santoral marquino, eran pocos, pero cada uno de ellos, tenía su propia historia, antiguamente, había singulares patronímicos que, en algunos casos causaban risa al nombrarlos, otros daban de pena como el de “Shancurero”, sinónimo de hombre débil y de precariedad de género, enjuto de carne y hueso, que luchaba contra el viento para mantenerse de pie, era un don Quijote de a pie. 

 Este personaje vivía en el jirón Grau al costado de la casa de don Leonardo Cueva quien era su familiar, Leonardo Cueva era Juez de Paz iletrado de Marca, Shancurero tenía una casa semiderruida por el paso del tiempo, usaba poncho en toda época, en verano y en invierno, sombrero negro muy gastado por los años, mediana estatura, flaco hasta los huesos, fumaba cigarrillos y jugaba casino con el “chino” Rolando Sayán en Chopicalle, todas las tardes hasta bien entrada la noche jugaban casino. Las madres de las jovencitas en son de broma les decía que las casaría con Shancurero, el “galán” que toda jovencita tenía que soportar como futuro esposo, principalmente las jóvenes que se porten mal o no haga los mandados en casa a requerimiento de sus padres…

 

 

VISITA  A VALLEJO

Por: José Santos Gamarra Soto

 

El lunes 29 de abril 2024 visitamos la casa del gran poeta universal don César Abraham Vallejo Mendoza (1892-1938) acompañado de amigos y hermanos de la Orden Soberana y Militar del Templo de Jerusalén OSMTJ – Gran Priorato del Perú en la ciudad de Santiago de Chuco, La Libertad. El propósito de nuestra visita a la casa de uno de los poetas más importantes de habla hispana se realizó durante la mañana completa de aquel día; sus obras son leídas no solo en nuestro país sino, ha trascendido a los distintos lugares del mundo.

Santiago de Chuco es una provincia que pertenece al departamento de La Libertad está ubicado a 3,120 msnm., y a 165 km. de la ciudad de Trujillo, tiene un tramo de 68 km., de carretera afirmada desde el punto de división llamado Shorey. La carretera afirmada está en malas condiciones lo que nos dificultó la llegada a Santiago; habíamos salido muy tarde de Trujillo, m´s de las tres de la tarde, lo que dificultó nuestro desplazamiento por la intensa lluvia de ese día, la espesa neblina y lo desconocido de la carretera porque era la primera vez que íbamos a Santiago de Chuco, pero finalmente llegamos promediando las nueve de la noche del día domingo 28 de abril 2024.

Hablar de Vallejo y sus obras nos tomaría mucho tiempo, trataremos de sintetizar porque todo en él, es original y personalísimo, sus versos interpretan su personalidad torturada y de su exacerbada sensibilidad ante el dolor propio y colectivo, en sus últimos libros se percibe un sentimiento de solidaridad como respuesta a sus profundas inquietudes religiosas y sociales pasando por lo metafísico. Talvez al ser el último de once hermanos no deja de tener relación con la obsesión ante el problema de la vida y la muerte muy característico en él, una prueba de ello su primer poemario LOS HERALDOS NEGROS, esta obra que es una de las primeras, es un augurio de lo que sería una constante en sus obras, la solidaridad del poeta con los sufrimientos de los hombres se transforma en un grito de rebelión contra la sociedad.

Estando en la cárcel de Trujillo en 1922, escribió una de sus obras maestras TRILCE, un hermoso poemario vanguardista, otra de sus obras es EL TUNGSTENO novela social donde denuncia la explotación minera de los indígenas peruanos, también escribió cuentos como PACO YUNQUE que es un cuento donde el alumno del mismo nombre del título padece abusos de un alumno rico tras su ingreso en la escuela. Hablar de César Vallejo Mendoza en la lírica peruana son cosas mayores, en 1923 tras publicar algunos trabajos más marchó a Paris donde se juntó con intelectuales y poetas de su ESPAÑA APARTA época haciendo otros escritos en la que destaca POEMAS HUMANOS y ESPAÑA APARTA DE MI ESTE CÁLIZ que fueron publicados póstumamente.

La configuración de su obra resulta su singular personalidad, se observa su acentuada sensibilidad ante el dolor tanto para el propio como para el de los demás. La estimación de la obra vallejiana no ha cesado de crecer con los años; su influencia se dejó sentir en las siguientes generaciones, actualmente muy valorado con toda justicia, como un clásico de la literatura hispánica. En los debates literarios es un ejemplo porque deja superado lo superficial en las exigencias estéticas, los que quedan armónica e indisolublemente unidas en la obra de uno de los más grandes poetas del siglo XX.

En la casa de Vallejo de Santiago de Chuco donde vivió junto a sus diez hermanos mayores, en la actualidad existe un Museo donde se ingresa con el pago de una pequeña contribución para el mantenimiento del mismo, y recorrer sus instalaciones con un guía quien está muy versado sobre la vida y muerte de nuestro gran Vate Universal, del cual salimos casi al promediar el medio día; la explicación del guía nos dejaba más impresionados sobre la vida del autor de los Heraldos Negros…