jueves, 13 de junio de 2024

 

CARAL ES MÁS ANTIGUO QUE EGIPTO?
La Ciudadela de Caral no es muy visitada a pesar de estar muy cerca de nosotros, al estar en nuestra ruta o camino…
Por: José Santos Gamarra Soto
Ayer 11 de junio fue el día del Antropólogo por la creación del Colegio Profesional de Antropólogos del Perú el 11 de junio de 1985 por Ley 24166. Saludamos a todos los antropólogos del país en especial, a la Dra. Ruth Shady descubridora y estudiosa de la Cultura Caral, que nos concierne a los marquinos y ancashinos en general de manera muy especial por estar ubicado en la ruta hacia el norte. En su época, los habitantes de Caral le dieron mucha importancia a la ciencia, al conocimiento, a la identificación de los problemas y búsqueda de soluciones, los primeros científicos de la región estuvieron en la civilización Caral ubicado en el valle de Supe perteneciente a la ahora provincia de Barranca.
Pero la preocupación de este pueblo no solo estaba en la tierra, sino también en el cielo. A las afueras de Caral, se ha descubierto un observatorio subterráneo, el cual poseía un techo y escaleras. Desde ese lugar observaban y analizaban el paso de los astros, y es que desde allí sale una serie de alineamientos de piedras hacia el horizonte. Las líneas son marcadores para registrar el movimiento del sol, la luna y otros astros, otro descubrimiento ha sido el sitio arqueológico de Áspero en Puerto Supe muy cerca de Caral que tendría los mismos años de creación. Para evitar los estragos y fatalidades ocasionados por los sismos, la gente de Caral usó muros de contención detrás de ciertas plataformas, las cuales se rellenaban con shicras (bolsas hechas con fibras vegetales y llenas de bloques de piedra). Las Shicras daban estabilidad a las estructuras en los temblores o terremotos al distribuir las ondas sísmicas por todo el edificio, para así mitigar la destrucción. La civilización de Caral, hace más de 5000 años considerada la civilización más antigua de América y una de las más antiguas del mundo, era consciente de que vivía en un territorio vulnerable a los sismos y que también podía predecir el clima al observar el comportamiento de los astros.
En Caral también supieron manejar el cultivo de plantas, lo que le permitió conseguir varios tipos de algodón de colores. No solo se quedaron con un algodón nativo, sino que lograron obtener y cultivar diferentes colores que se diferenciaran entre sí. Con estos hallazgos, se confirma que la ciencia no es algo que llegó desde fuera a la región, sino que fue producto de encontrar solución a los problemas de la época. Otro dato importante es que se han identificado hasta la fecha 25 asentamientos que pertenecen a Caral. Los caralinos crearon ríos mediante las “amunas”, una técnica que consiste en captar el agua de lluvia que se escurre desde las alturas a través de acequias y llevarlas a zonas específicas.
Hace 10 años visitamos por vez primera lo que queda de la Civilización Caral, causándonos gratísima impresión sus estructuras y edificación, sería muy interesante y provechoso que los alumnos de educación primaria y secundaria de los distintos colegios del Perú realicen visitas guiadas no solo a la Cultura Caral, sino a los sitios arqueológicos de Áspero, Bandurria y Albuferas de Medio Mundo y otros que están muy cerca entre sí, lo que enriquecería aún más sus conocimientos así como incentivar el turismo que en nuestro país adolece de mecanismos de difusión y propaganda a pesar de que el Perú posee muchos vestigios y restos arqueológicos como Caral que es uno de los más antiguos de la civilización y la humanidad.



miércoles, 12 de junio de 2024

 

 HUANCAN 
A los Caminantes de Marca Aventura


En el camino de la vida, entre el ocaso y el amanecer,
desde Huancán miro mi auroral destino como un centinela
buscando en cada estrella, una nueva visión de luz
que en la penumbra se desdobla.

Soy aventurero en el vasto territorio marquino,
caminante de sueños, esperanzas y deseos,
con el viento en vela de mis anhelos
como brújula en este mundo insano.

En la noche oscura, en el silencio,
las estrellas susurran secretos insondables,
como antorchas que guían mis pasos,
iluminando el camino incierto.

En el horizonte serrano del cielo límpido,
se dibuja con trazos aurorales hasta Limac Jirca,
un sueño que abraza y enamora,
en la danza etérea de la bonanza.

Es el río Qetzcán que discurre sus aguas,
que fluye muy cerca en la corriente del tiempo,
como el eco de un suspiro perdido,
en el eco eterno de los cerros del firmamento.

El sol de la mañana que arroba el alma,
llega a mis pulmones donde germina la vida y florece,
como un verso que al viento agradece
mi existencia en esta tierra baldía de mi terruño.

En el vaivén de la vida, continúo a Iglesiaqaqa,
caminando con mi destino, con coraje,
como un sueño que despierta en el viaje,
hacia la luz que brilla en el paisaje.
9no. Poema. Poemario Tiempos del Recuerdo
José Santos Gamarra Soto


Dedicado a los caminantes de Marca Aventura Trekking Perú. Al recibir los rayos aurorales del sol mañanero en Huancan-Marca-Perú.


 



‼️ Api ‼️

Muy temprano por la calle de Marca,
camino con mi mate debajo de mi poncho,
cargando el peso del pecado y el dolor
por mi plato de dulce común.
El sol aparece por Plaza Punta,
la multitud grita con furia y desdén,
¡A la cola! ¡a la cola!, soporto con entereza,
es que Rachipacha, no es cualquiera.
Es el Vía Crucis del niño por el dulce,
¡Oh cruz! ¡Oh clavos! ¡Oh espina!
¡Oh espina clavada en el hueso!
no hay vuelta atrás, los fariseos continúan.
En la cruz agonizante,
Cristo forja nuestra salvación,
la sangre que derramó por todos,
nos muestra su eterna pasión.
Con el Api en mi mate,
esbozo una huida, con mi preciada carga,
celebrando el amor infinito de Jesús,
y el eco de días felices de mi niñez.
Semana Santa, tiempo de reflexión,
recordando en cada momento,
el sacrificio y el amor infinito del Nazareno,
donde renacen nuestras vidas.
8vo. Poema. Poemario Tiempos del Recuerdo
José Santos Gamarra Soto
Dedicado al niño “Rachipacha” que concurre en Marca con su mate a casa de las Estandarteras, a “Apuntarse” por un plato de dulce común(Api), durante la Semana Santa.
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domingo, 2 de junio de 2024

 

LA FIESTA DE CORPUS CHRISTI 

Hoy 02 de junio 2024 es la Octava de la Danza de los Huancos en Marca, que no ha perdido su esencia y tradición, Jorge Flores nos narra la epopeya de Infantas de hace más de 60 años...

Autor: Jorge Humberto Flores Ríos

Fotografías: Ray Enríquez Gamarra

Fuimos testigos, de esta fiesta costumbrista, en la década de los 60 en la antiquísima hacienda de Infantas ubicada la altura del kilómetro 24 de la Panamericana Norte, se celebró la fiesta de Corpus Christi, a la usanza de la ciudad de Marca con la danza del CORTAGUARANGO, asumiendo la mayordomía, Francisco Ventura, que en Marca de chicos le llamábamos con suma picardía: “Panchita”, por ser el cocinero de la profesora Rosa Inti; pero las personas mayores, se mofaban diciéndole “Panchupa rurunta caldurishun”.

A las diez de la mañana Roberto Padilla Gómez se paró al centro de la polvorienta plazuelita de la antigua hacienda de Infantas, acomodó su pincullo entre sus labios para infundirle con su aliento fuerza y coraje; y luego, febril su caja retumbó y su pincullo guerrero convocó a los danzantes.

La cuadrilla de danzantes ingresó a la plazuelita polvorienta formando un ruedo, la ovación del público no se hizo esperar. El Kaparí de Bartolomé Gamarra Padilla rasgó el velo de sorpresa de los extraños y los danzantes empezaron a formar figuras rítmicas y lentas. Uno, era el Capitán, luciendo un sombrero de paño adornado de plumajes, mascara de badana negra, una banda bordada encorchada de General, cruzaba una levita y, llevaba al cinto, una espada. Otro, era el Cid Campeador, que lucía una monterilla y portaba en sus manos, un mazo quechua y un broquel español. Igual armadura adornaba al Capitán. Eran desafiantes, demostrando la fibra de sus músculos hercúleos.

Los negritos vestidos con diferentes disfraces, acompasando al ritmo del pincullero Roberto, manos en la cintura y puños en alto, contorneando sus cuerpos danzaban, intercalados entre danzantes; unos, vestidos de señoritas o las famosas chingas vestidas con bonillas blancas cubriendo sus hombros las multicolores llicllas y saya negra que dejaba ver el albor de su ropa interior como símbolo de pureza; el Alguacil, cubría su rosto con una mascarilla de forma ovalada tejida de alambre fino; y otros, los negritos comunes, lucían vestidos elegantes a la usanza antigua o la actual, intercalaban la ronda con los viejitos o los vestidos de policías, pero todos llevaban máscaras diferentes. 

El `pincullo como clarín de guerra anunció el CORTA HUARANGO, el público se llenó de júbilo. Nuestros corazones aceleraron sus ritmos, nuestros puños se elevaron desafiantes y de nuestras gargantas salieron los gritos de combate. El Cid Campeador y el Capitán se citan desafiantes a la lid, llevando en la mano izquierda el broquel y con la mano derecha arrastra al mazo pesado elaborado de guarango o chachacoma. La música marcial convoca a dos gladiadores. El Cid reta una y otra vez levantando su mazo a su ocasional rival; el Capitán asentando su cuerpo sobre sus pies, con el pie izquierdo adelante, espera a su ocasional rival con el cuerpo tirado hacia atrás, broquel en alto, cruzado por otro mazo. Empieza el combate con sucesivos golpes felinos de ataque y defensa.

Los garrotes se astillan, el público delira de asombro y jubilo. La tarde arde de alcohol y apuestas. Eran dos gladiadores romanos alentados por el júbilo pueblerino. Los cambios de mazazos se suceden hasta, que el pincullero Roberto cambia de tono y suena la tonadita de la conciliación y la paz.

Aquella fiesta de Corpus Christi celebrado en Infantas, tocó las fibras más hondas del espíritu maquino y brotó rotunda nuestra música mística regional, viendo danzar a Pablo Ferrer, Bartolomé Gamarra Padilla, Marín Gamarra Padilla, Juvenal Soto Sarria, Frank Gamarra Padilla, Cesar Ferrer Gamarra, César Soto Cueva como “Auquish” y otros. La fiesta se prolongó hasta entrada la noche. En aquella ocasión nos contaban, que en nuestra Plaza de Armas al escuchar la música del Corta Guarango se lanzaron al ruedo Alberto Soto, el gobernador y Artecio Gómez, el Juez de Paz al son del maestro pincullero y triunfador de las tardes de corta guarangos, el recordado Honorato Cubillas.

Este rico venero se mantiene incólume a la fecha, y año tras año cobra brillantez. Los chapetones enseñaron la fe en Cristo, empuñando la cruz y la espada, pero con la más abyecta indolencia frente a las lágrimas, el dolor y la sangre india.