“BODAS DE ORO”
PROMOCION: “VANGUARDIA SANLORENCINA 1970”
Por: José Santos Gamarra Soto
Rindo homenaje a mi gloriosa
promoción “VANGUARDIA SANLORENCINA 1970” del Colegio San Lorenzo de Marca Alma
Mater de la Vertiente Occidental de Ancash, al recordar mis años de estudiante
donde bebí conocimiento y saberes hace más de 50 años, al guardar en el cofre
de los recuerdos los tiempos idos, vienen a mi memoria mis pasos colegiales de
aquel año de 1970 cuando egresamos dieciséis alumnos reunidos en la primera
promoción VANGUARDIA SANLORENCINA y
hoy después de 50 años, recuerdo con mucha complacencia y no poca nostalgia,
esas remembranzas trazadas de mi paso por sus aulas hechas de adobe con techo
de eucalipto y alisos; para rendirle homenaje y respeto a su trayectoria de
Alma Mater. Aquella promoción que a
través del tiempo no ha sido igualada, menos superada, ahora los
recuerdo con mucha nostalgia a mis compañeros y profesores y la vez con mi
incipiente facultad evocadora de aquellos tiempos transcurridos en mi nativa
Marca, trato de hilvanar algún concepto valedero que justifique el tiempo
transcurrido.
El 31 de octubre 2020, era la
fecha señalada para el bullicioso retorno y
reencuentro de compañeros por
nuestras BODAS DE ORO, sin embargo
por cosas del destino-Covid-19- no será posible nuestro reencuentro como
habíamos planificado, reencuentro histórico que nos espera desde hace mucho tiempo
con mis compañeros de aquellos años con la emotividad de un adolescente a pesar
de los años idos, y, recordar mis reminiscencias y tiempos que disfruté como
escolar por aquellos años aurorales que con fervorosa unción los disfruté, el
cual trataré de evocar con minuciosa descripción, colorido y mucho amor a mi
Templo del saber, tratando de llegar al corazón de mis compañeros de promoción,
a los marquinos y lectores de esta remembranza, poniendo en relieve siempre mi
exultante amor maternal por mi terruño.
“VANGUARDIA
SANLORENCINA 1970” es el nombre de mi gloriosa
promoción, histórico nombre que cuanto más pasa el tiempo se hace más grande,
imperecedero y de mayor recordación, nombre bendito que atesoramos los
integrantes de mi promoción como el trofeo más preciado de nuestra existencia y
que siempre estará en la garganta de cada uno de nosotros hasta el último día de
nuestras vidas.
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