VIERNES SANTO…….En
Marca, la celebración de la Semana Santa entra a la fase final a partir del
Viernes Santo, en la mañana de dicho día los feligreses se “apuntan” en casa de
cada uno de los “alumbrantes”, donde sirven el dulce común, frejol colado,
manjar blanco y el dulce de higo…
Semana Santa en Marca
VIERNES SANTO
Por: José Santos Gamarra Soto (Dolton)
Viernes Santo en Marca, el Santo Sepulcro haciendo su última parada antes de entrar a la Iglesia Matriz. Fotografía Lehli Sánchez Cubillas.
El Viernes Santo es día de luto, viste de negro, hay recogimiento
espiritual, la presencia de los estandartes y sus pajes da inicio a la
ceremonia de la “Desclavación”, acompañados por los cantores, la feligresía y
los doce apóstoles, llamados santos varones, que recuerdan las siete palabras
de cristo en la cruz, terminada la ceremonia de la desclavación, sale la procesión
del santo sepulcro de viernes santo, cuya anda es cargada por doce apóstoles
por las calles de Marca, niños y niñas representan a los ángeles llevando
cintas atadas al anda del Señor, así como sus pertenencias como la corona, los
clavos, la potencia. Durante la desclavación, los cánticos que se impregnaron
en mi memoria y que hasta ahora perduran, es aquella que decía:
-
Viernes
santo, viernes santo
Viernes
santo…..aquel día.
-
Cuando
la Virgen María…
La ceremonia de la "Desclavación" es cantada por cantores aficionados, los apóstoles y feligreses con honda fe religiosa que recuerdan las siete palabras de Cristo en la Cruz.
Durante el recorrido y en las cuatro esquinas de todo el perímetro de la
ciudad, previamente se han confeccionado capillas adornadas con flores y
espejos, donde descansa la procesión, en
dichas capillas cuelgan urnas que al ser abiertas vuelan palomas y los pétalos
de rosas se posan en el santo sepulcro, luego cantan Mater
Dolorosa una canción o plegaria de gran devoción religiosa, este acontecimiento le da un toque muy
característico de recogimiento y sufrimiento de la virgen María, al ver a su
hijo en el santo sepulcro.
Hay una canción que me impregnó muy hondo en el espíritu, llamada
“Santa Cruz”, cuyas estrofas, siempre son cantadas en los actos religiosos, así
como en los velorios y funerales del
pueblo, estas estrofas son cantadas una y otra vez con mucha devoción por los
fieles y devotos:
Yo te adoro
Santa Cruz
Y rendido
Te venero
Porque tu
Representas
A mi Jesús
Por mi muerte
Durante la procesión de Jueves y
Viernes Santo, por orden de mis padres, mi hermano Ciro y yo nos quedábamos en
Cochacar a cuidar la casa y las
sementeras, mis padres salían de la chacra a las siete de la noche, para
acompañar a la procesión y regresar a primera hora de la mañana siguiente. Ciro y yo no queríamos perdernos la procesión,
nos levantábamos a las doce de la noche y caminábamos los tres kilómetros que
separa Marca de Cochacar, esperando que la procesión saliera de la iglesia,
para acompañar hasta la plaza de armas, escondidos detrás de los acompañantes, y
como faltaba luz eléctrica, nos cuidábamos no ser descubiertos por mis padres en la ciudad. Retornando dos horas
más tarde al campo y cuando mis padres
retornaban en horas de la mañana siguiente, nos encontraban durmiendo
tal como nos habían dejado.
Durante los días de procesión, los
fieles acompañan con cirios y velas especialmente repartidos por los
estandartes así como los que se han “apuntado”. En horas de la mañana, en casa
de los alumbrantes se apuntan, a ellos se les conoce como “Rachipachas”. Los
rachipachas, son niños y adultos que los días Jueves y Viernes Santo acuden a
la casa de los estandartes para apuntarse, recibir a cambio un plato o mate de dulce
común, un pan y un cirio, con el compromiso de acompañar en la procesión
durante la noche hasta el amanecer. Rachipacha es sinónimo de “barriga por
reventar”, porque algunos feligreses por golosos acuden a casa de cada uno de
los alumbrantes a pedir dulce, comen demasiado dulce a veces muy calientes y se
les infla el estómago causándoles fuertes dolores estomacales
ocasionándoles, acaso, la muerte.
Procesión del Santo Sepulcro, retornando a la Iglesia Matriz en horas de la mañana siguiente. Fotografía: Lehli Sánchez Cubillas.
Durante la procesión, cuando ésta ha pasado chopicalle lugar obligado de descanso en cada noche de
procesión, empieza la subida hasta llegar a la esquina de la calle amargura,
generalmente ya es en horas de la madrugada, es cuando, en plena procesión
protegidos en la oscuridad de la noche,
los más osados exclaman:
-
¿Quién
“rashca” Nereydo? -haciendo notar los
amoríos de algunos presentes en la procesión.
-
¡Será
“Coshona” pues! –contestaban algunos en la oscuridad de la noche, causando
mucha hilaridad entre los presentes.
Coshona, era una agraciada señorita, que no
tenía enamorado: “ya se le está pasando el tren”, decían algunos.
La procesión de Viernes Santo culmina aproximadamente a las nueve de la
mañana del sábado gloria y allí empieza la Pascua de Resurrección,
en señal de alegría; la feligresía y los acompañantes comienzan con el baile en
el atrio de la Iglesia, que se prolonga todo el día en casa de los estandartes,
quienes agradecen así, la concurrencia y acompañamiento durante la Semana Santa.
En horas de la tarde salen Judas Iscariote y su mujer, cabalgando cada
uno sobre sus burros, van de casa en casa recogiendo objetos para su “warcu” que viene a ser su ropero personal de
judas, plantas para su jardín, animales vivos para el corral, todo en calidad
de préstamo.
PASCUA DE RESURECCION:
El domingo previo a la lectura
del testamento de judas, se realiza la carrera de las imágenes de los santos
de Marca, donde interviene San Lorenzo, la Virgen María, Pascua de Reyes o
Pascua de Resurrección, y otros santos, competencia que llena de alegría a los
marquinos, cuyo punto de encuentro se realiza en la esquina de la plaza de
armas, frente a la municipalidad.
Judas Iscariote y su mujer, momentos antes de la lectura de su "Testamento".
Al mediodía, la concurrencia
se agolpa junto a “las tiendas” de judas, para escuchar el testamento, primero de la mujer de judas
luego del mismo judas, redactado por algunos lugareños conocedores de los usos
y costumbres de Marca, donde judas deja a sus hijos, nietos, bisnietos y
tataranietos dotes y herencia. Es una narración jocosa y satírica de la vida
conductual, generalmente mal llevadas de los presentes, quienes ríen de buena
gana, todo lo que se dice y dejan para el futuro, no sin antes exhortarlos se
porten bien durante el año, de lo contrario no podrán ser resueltos sus
dificultades y problemas, menos sus sueños.
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