JARA
PUCKLLA - PARTE IV (FINAL)
(Del Libro: Historia de Ivo)
Por: José Santos Gamarra Soto
(Dolton)
El maiz listo para la cosecha
CONTINÚA……………………………………… Cantan los gallos anunciando el nuevo día,
los jóvenes siguen cantando y bailando alrededor de la era. Doña Ellpicha y
doña Eracla siguen preparando el desayuno y el almuerzo del día, el juego del
Jara Puckllé apenas está por la mitad, entonces alegres y sonrientes le cantan
a la flor de la cantuta, los parajes del campo, a esas hermosas flores naturales
del campo de color rojo y amarillo que usan las mujeres como adorno en sus
sombreros, que son muy estimadas por sus diferentes colores y aromas y que
embellecen más el campo marquino, igual de repetidas entre diez y doce veces, cuando interpretan:
Los
hombres:
Kantu
huetalleé, kantu huetalleé
(Flor de la cantuta, flor de la
cantuta)
Apecallame,
marcaplazaman
(llévame
hasta la plaza de Marca)
Las
mujeres:
Kantu
huetalleé, kantu huetalleé
(Flor de
la cantuta, flor de la cantuta)
Churarallame,
kantu puntaman
(Colócame
en la punta de cantu)
Los
hombres:
Tzepish
manaran huetatzu,
(Esa
flor, no es flor)
Yarkehuetaran huetakaá
(La flor de Yarqué, esa si es flor)
Las
mujeres:
Tzepish
manaran huetatzu,
(Esa
flor, no es flor)
pullu
pullu huetaran huetackaá
(La
flor de Pullu Pullu, esa si es flor)
Cosecha de Maiz en Hueylla, alturas de Marca
Fotografía: Marisel Ortiz
Cuanta energía de los jóvenes, a pesar de las horas
que ha pasado no se dan por vencidos, precisamente el canto y baile de la Jara
Pucklla es de largo aliento; conocedores de la tradición y costumbre, existe el
compromiso de amanecer cantando y bailando por sus integrantes lo que nos
motiva sugerir que en nuestro pueblo se debe crear la “DANZA DE LA
JARA PUCKLLA”, teniendo en cuenta que es una bellísima interpretación
autóctona que difícilmente se encuentra en otros lugares, existen danzas de
cosecha de maíz en el Cuzco, Apuirímac y otros pueblos del sur del Perú. Esta
danza sería interpretada por hombres y mujeres con su vestimenta marquina que
tanto gusta a propios y extraños principalmente la vestimenta de la mujer
marquina, llena de luces y colores.
Casi al rayar la aurora, los jóvenes continúan en
contrapunto, esta vez con alguna sugerencia de sitios o lugares cercanos repiten de diez a doce
veces seleccionando algunos lugares o
pueblos de donde podrían ser los chicos y chicas, luego cantan con mucha
picardía a la yunta del sembrío y cosecha, al arado, al balso, al chicote, al
yugo y otros implementos que son utilizados tanto en el sembrío y la cosecha
del maíz, cuando dicen:
Los Hombres:
Tzepish
manaran chinatzu,
(Ella no es
la adecuada)
Ichocachinaran, chinackaá
(La chica de
Ichoca, si)
Las Mujeres:
Tzepish
manaran cholutzu
(El no es
el adecuado)
Corischoluran, choluckaá
(El de
Coris, si es bueno)
Los hombres:
Yuntayoctzu chacrallequi
hueta, hueta
(Tu chacra
de flores, no tiene yunta)
Yuntan
tumpallam chacrallamushac hueta, hueta
(Yo puedo sembrar, tu chacra de flores)
Las mujeres:
Yuntayocmi
chacrallacka hueta, hueta
(Mi chacra de flores tiene su yunta)
Yuntan tumpalla
chacrallami hueta y hueta
(Esta sembrado
mi chacra de flores)
La papa en maduración, en las alturas de Marca
Casi al finalizar y cuando está amaneciendo faltan
cantar algunas cosas que se han escogido previamente, sin embargo tienen que
culminar por ésta vez, y cansados de haber dado vueltas y vueltas en círculo en
la era, y se retan a tomar más licor o aguardiente primero en copas, luego en botellas,
en galones y por último en barriles, es la parte del “Machaquí”, siempre
tratando de sobresalir tanto los hombres como las mujeres, y siempre guardando
el respeto, es cuando dicen:
Los
Hombres:
Machacushun machacushun,
chinacuna
(Vamos a tomar comadres)
Las
Mujeres:
Machacushun machacushun, cholucuna
(vamos a tomar compadres)
En la era, el maiz para ser llenados en los costales.
El desafío está dado, ya amaneció, es de día,
culmina por hoy y todos se dirigen a sus quehaceres en el campo, ha quedado el
reto para la siguiente noche…y así sucesivamente hasta culminar con la cosecha
que dura a veces varias semanas.
En la actualidad ésta tradición se está
extinguiendo, no solo por falta de cultores, sino por la falta de sembríos y cosechas
donde años atrás se gozaba en lugares llenos de maizales y trigales que
invitaban al canto y al baile alrededor de las eras. No debemos olvidar este
juego tan hermoso que crearon nuestros antepasados, es parte de la cultura
marquina que como usos y costumbres y como forma de expresión artística de
nuestra comunidad perdure por siempre así como los valores que nos dejaron;
algo que debemos preservar como cultura y folclore de la sabiduría popular de
nuestro distrito, porque la tradición se hereda y forma parte de nuestra
identidad. F I N.
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