EL
“MANOLETE MARQUINO”
Por:
José Santos Gamarra Soto
Marco Tulio Virhuez Gutiérrez fue
un marquino muy identificado con su pueblo, hombre de probada identidad con su
terruño, siempre ponderaba lo mejor para Marca, llegó a ser presidente del
Consejo de Administración de la Cooperativa de Ahorro y Crédito San Lorenzo de
Marca que funcionaba en la Urbanización Sol de Oro del actual distrito de los
Olivos. La Cooperativa de Ahorro y Crédito San Lorenzo de Marca se creó en el
año de 1969 en el distrito de San Martin de Porres, por iniciativa de los hijos
marquinos amantes de su pueblo, con el Sr. Pedro Mugruza Méndez a la cabeza quien
trabajaba en el Banco Popular por aquellos tiempos. Las Cooperativas de Ahorro
y Crédito son asociaciones que velan y procuran el desarrollo y bienestar
económico de sus socios mediante los préstamos que otorga, que es el fin supremo
de las Cooperativas, los socios en su mayoría eran marquinos.
En Marca, en la década del
cincuenta del siglo pasado los partidos de fútbol y las corridas de toros se
desarrollaban en la Plaza de Armas, en el que intervenían toreros aficionados
como Jorge “Yuca” Gamarra, Marco Tulio “Manolete” Virhuez Gutiérrez por citar
solo a dos personajes de aquellos tiempos. Toreros con traje de luces, con
banderillas, capas y monteras como en la actualidad no habían, los toreros
aficionados que se lanzaban al ruedo solo premunidos con alguna manta, camisa o
pañuelo con los que sacaban alguna verónica que era el deleite del público, eso
valía más por la valentía, el arrojo y decisión del torero. El público gozaba
con las grandes tardes taurinas que se realizaban en la plaza de armas con los
toros bravos que bajaban desde las punas de Marca, porque los toros eran
realmente bravos muy parecidos a los toros de lidia y las vaquillonas a la que
se le llamaba “Cerreras” le sacaban alguna capea y el público se daba por satisfecho
de aquella tarde taurina. En la plaza de armas igualmente se realizaban partidos
de fútbol con grandes encuentros donde intervenía el Club Sport San Lorenzo de
Marca y el Club Flecha.
Recuerdo dichos eventos porque ya
cursaba mis primeros años de aprendizaje en el Centro Escolar de Varones N°
1339, el director de la escuela de ese entonces era el profesor Alberto Camino,
de grata recordación para la sociedad marquina, se trasladó a Huaraz en el año
de 1960; reemplazándolo en la dirección de la escuela el profesor Félix
Montenegro Ríos quien ocupó dicho cargo previo concurso en la capital de la
provincia de Recuay.
Una tarde de corrida de toros en
la plaza de armas con ocasión de la fiesta
patronal de ese año, presencié una interesante y jocosa corrida con
Marco Tulio Vírhuez Gutierrez “El Manolete Marquino” y algunos otros
aficionados al toreo, años antes en 1947 el torero español “Manolete” de gran
recordación en el mundo de la tauromaquia había sufrido una cornada en
Linares-España, de un toro llamado “Islero” que lo mandó al cielo, y los
aficionados a la fiesta brava del toreo lo recordaban con nitidez y mucha
simpatía por ser reciente dicho acontecimiento; por ello lo llamaban a Marco
Tulio el “Manolete Marquino” quien capa en mano-de donde se habría conseguido
la capa, no lo sabemos-quería torear en la plaza y Marco Tulio tenía cierto
parecido con el gran torero español, tenía una figura desgarbada, era flaco y
alto, enjuto de carne y huesos, usaba botas y pantalones muy apretados, ya
había estado en la capital estudiando la secundaria, regresaba de joven al
pueblo cada año por la fiesta patronal, para lanzarse al ruedo como torero, en
cada presentación el Manolete marquino hacía de las suyas para deleite del respetable.
Una tarde taurina le tocó un toro
negro como “Poncho Negro” de recia figura, gran peso y de corte bravía, Marco
Tulio por el miedo corría delante del toro a grandes zancadas en la polvorienta
plaza, cruzaba la plaza de armas de norte a sur buscando guarida entre los
espectadores, corría y corría a trancas y barrancas con su patilarga y bien
cuidada vestimenta y cuando estaba frente a la baranda se lanzaba ante la
muchedumbre, no se sabía si caía de espaldas o de bruces ante la multitud,
causando gran hilaridad y júbilo; el público gozaba con las hazañas del
“Manolete Marquino”.
Fuente: Historia de Ivo, Autor
José Santos Gamarra Soto
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