martes, 3 de febrero de 2015


LA IGLESIA MATRIZ DE MARCA……..Jorge Humberto Flores Ríos, nos trae el recuerdo de la Iglesia Matriz de Marca, esa Iglesia incendiada el 15 de Noviembre de 1922 cuando Rosa Robles Foronda dejó una vela encendida en el altar mayor originándose el incendio más pavoroso de Marca y cuya reconstrucción se realizó con el trabajo de todos los marquinos y su alcalde Don Maximiliano Espinoza…


LA IGLESIA MATRÍZ DE MARCA 

Por: Jorge Humberto Flores Ríos

Fotografía: Cortesía Antenor Gamarra Rodriguez

En las tardes cuando nuestras miradas se pierden en el horizonte donde las sombras el crepúsculo languidecen como los años de nuestra existencia, nos invade la soledad y las distancias incurables, al recordar a la tierra amada. Sí,  a la hora del ángelus, donde las sombras del silencio caminan alados por los senderos del recuerdo, me viene a la memoria la presencia espiritual de nuestra Iglesia Matriz.

Su construcción de adobe macho le otorgaba una imponente estructura  sólida con techo a dos aguas que sostenía a un extenso tejado cubierto de musgo y dos torres de estilo barroco que imponían solemnidad, .en la torre  del costado izquierdo pendían dos campanas: una grande y otra chica, cuyos repiques guardo con celo especial, que mi primo Luis López Ríos aprendió a tocarlas con inigualado perfil artístico y al centro de la Plazuela le esperaba para abrazarlo que bajaba a toda velocidad por la escalera  ancha de peldaños altos  que se distribuían formando  la letra zeta.

A los costados todavía  quedaban rezagos de los bien cuidados  jardines de épocas anteriores, mostrándonos sus paredes de adobe  roídas por el tiempo y las lluvias invernales. Igual suerte ha tenido la parte posterior que limita con el jirón Amargura.

El atrio levantado sobre el nivel de la Plazuela estaba empedrado y antes de la puerta, había una piedra plana grande como símbolo de eternidad. La puerta de dos alas estaba adornada con dados de bronce. Y dos leones custodiaban la cerradura. El interior de la Iglesia era bellamente grandioso, al lado derecho había una Cruz Grande, según afirmaban que había sido elaborada por los misioneros. A la derecha y a la izquierda se levantaban  seis capillas tres a cada lado con labradas columnas que eran mezclas del arte gótico, barroco y churrigueresco,  revestidas con pan de oro y en el interior la pintura pincelada con colores mate, le daban solemnidad a las imágenes traídas expresamente de Europa.

El púlpito era otra joya de arte arquitectónico ni que decir del Altar Mayor,  su bóveda era semejante a la Sixtina italiana. ¿Cómo habría sido antes del  15 de noviembre de 1922, fecha en que se incendió nuestra Iglesia originado por una vela que había dejado prendida Rosa Foronda?.

Siempre que visito a la Iglesia Las Mercedes ubicada en el jirón de la Unión de Lima mi mente vuela y en lontananza sólo miro silencio y soledad, porque nunca volveremos a jugar debajo de los altares de las capillas mientras nuestros padres rezaban con sus rosario en las novenas de  mayo dedicadas a la Virgen María y en junio a San José y cuando ya adolescentes, ella ofreciéndonos la pureza de sus sentimientos en cada oración, pidiendo a Dios nos proteja y cuando volteaba a mirarnos en sus ojos el candor de su alma virginal nos arrebataba de sueños y esperanzas y cuando erguía su cabeza, una parte de su cabellera, cubría a sus senos turgentes y ahora como yo, seguro que en las tardes vencida por los años, sus ojos miran silencio y soledad. PROXIMAMENTE LAS NOVENAS.


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