viernes, 27 de marzo de 2015

VIERNES SANTO…….En Marca, la celebración de la Semana Santa entra a la fase final a partir del Viernes Santo, en la mañana de dicho día los feligreses se “apuntan” en casa de cada uno de los “alumbrantes”, donde sirven el dulce común, frejol colado, manjar blanco y el dulce de higo…

                   Semana Santa en Marca

                                VIERNES   SANTO

                              Por: José Santos Gamarra Soto (Dolton)

    Viernes Santo en Marca, el Santo Sepulcro haciendo su última parada antes de entrar a la Iglesia Matriz. Fotografía Lehli Sánchez Cubillas.

                El Viernes Santo es día de luto, viste de negro, hay recogimiento espiritual, la presencia de los estandartes y sus pajes da inicio a la ceremonia de la “Desclavación”, acompañados por los cantores, la feligresía y los doce apóstoles, llamados santos varones, que recuerdan las siete palabras de cristo en la cruz, terminada la ceremonia de la desclavación, sale la procesión del santo sepulcro de viernes santo, cuya anda es cargada por doce apóstoles por las calles de Marca, niños y niñas representan a los ángeles llevando cintas atadas al anda del Señor, así como sus pertenencias como la corona, los clavos, la potencia. Durante la desclavación, los cánticos que se impregnaron en mi memoria y que hasta ahora perduran, es aquella que decía:
-      Viernes santo, viernes santo
                                   Viernes santo…..aquel día.

-      Cuando la Virgen María…
La ceremonia de la "Desclavación" es cantada por cantores aficionados, los apóstoles y feligreses con honda fe religiosa que recuerdan las siete palabras de Cristo en la Cruz.

                 Durante el recorrido y en las cuatro esquinas de todo el perímetro de la ciudad, previamente se han confeccionado capillas adornadas con flores y espejos, donde descansa  la procesión, en dichas capillas cuelgan urnas que al ser abiertas vuelan palomas y los pétalos de rosas se posan en el santo sepulcro, luego cantan Mater Dolorosa una canción o plegaria de gran devoción religiosa, este acontecimiento le da un toque muy característico de recogimiento y sufrimiento de la virgen María, al ver a su hijo en el santo sepulcro.
Son doce los apóstoles que se encargan de llevar el anda del Santo Sepulcro de Viernes Santo.

                Hay una canción que me  impregnó muy hondo en el espíritu, llamada “Santa Cruz”, cuyas estrofas, siempre son cantadas en los actos religiosos, así como en los velorios y  funerales del pueblo, estas estrofas son cantadas una y otra vez con mucha devoción por los fieles y devotos:
Yo te adoro
Santa Cruz
Y rendido
Te venero

Porque tu
Representas
A mi Jesús
Por mi muerte

                Durante la procesión de Jueves y Viernes Santo, por orden de mis padres, mi hermano Ciro y yo nos quedábamos en Cochacar a cuidar la casa  y las sementeras, mis padres salían de la chacra a las siete de la noche, para acompañar a la procesión y regresar a primera hora de la mañana siguiente.  Ciro y yo no queríamos perdernos la procesión, nos levantábamos a las doce de la noche y caminábamos los tres kilómetros que separa Marca de Cochacar, esperando que la procesión saliera de la iglesia, para acompañar hasta la plaza de armas, escondidos detrás de los acompañantes, y como faltaba luz eléctrica, nos cuidábamos no ser descubiertos por  mis padres en la ciudad. Retornando dos horas más tarde al campo y cuando mis padres  retornaban en horas de la mañana siguiente, nos encontraban durmiendo tal como nos habían dejado.

                Durante los días de procesión, los fieles acompañan con cirios y velas especialmente repartidos por los estandartes así como los que se han “apuntado”. En horas de la mañana, en casa de los alumbrantes se apuntan, a ellos se les conoce como “Rachipachas”. Los rachipachas, son niños y adultos que los días Jueves y Viernes Santo acuden a la casa de los estandartes para apuntarse, recibir a cambio un plato o mate de dulce común, un pan y un cirio, con el compromiso de acompañar en la procesión durante la noche hasta el amanecer. Rachipacha es sinónimo de “barriga por reventar”, porque algunos feligreses por golosos acuden a casa de cada uno de los alumbrantes a pedir dulce, comen demasiado dulce a veces muy calientes y se les infla el estómago causándoles fuertes dolores estomacales ocasionándoles,  acaso, la muerte.
Procesión del Santo Sepulcro, retornando a la Iglesia Matriz en horas de la mañana siguiente. Fotografía: Lehli Sánchez Cubillas.

         Durante la procesión, cuando ésta ha pasado chopicalle  lugar obligado de descanso en cada noche de procesión, empieza la subida hasta llegar a la esquina de la calle amargura, generalmente ya es en horas de la madrugada, es cuando, en plena procesión protegidos  en la oscuridad de la noche, los más osados exclaman:

-          ¿Quién “rashca” Nereydo?  -haciendo notar los amoríos de algunos presentes en la procesión.

-          ¡Será “Coshona” pues! –contestaban algunos en la oscuridad de la noche, causando mucha hilaridad entre los presentes.        

Coshona, era una agraciada señorita, que no tenía enamorado: “ya se le está pasando el tren”, decían algunos.

         La procesión de Viernes Santo culmina aproximadamente a las nueve de la mañana del  sábado gloria y allí empieza la Pascua de Resurrección, en señal de alegría; la feligresía y los acompañantes comienzan con el baile en el atrio de la Iglesia, que se prolonga todo el día en casa de los estandartes, quienes agradecen así, la concurrencia y acompañamiento durante la Semana Santa.

               En horas de la tarde salen Judas Iscariote y su mujer, cabalgando cada uno sobre sus burros, van de casa en casa recogiendo objetos para su  “warcu” que viene a ser su ropero personal de judas, plantas para su jardín, animales vivos para el corral, todo en calidad de préstamo.

PASCUA DE RESURECCION:

              El domingo previo a la lectura del testamento de judas, se realiza la carrera de las imágenes de los santos de Marca, donde interviene San Lorenzo, la Virgen María, Pascua de Reyes o Pascua de Resurrección, y otros santos, competencia que llena de alegría a los marquinos, cuyo punto de encuentro se realiza en la esquina de la plaza de armas, frente a la municipalidad.
        Judas Iscariote y su mujer, momentos antes de la lectura de su "Testamento".

                 Al mediodía, la concurrencia se agolpa junto a “las tiendas” de judas, para escuchar  el testamento, primero de la mujer de judas luego del mismo judas, redactado por algunos lugareños conocedores de los usos y costumbres de Marca, donde judas deja a sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos dotes y herencia. Es una narración jocosa y satírica de la vida conductual, generalmente mal llevadas de los presentes, quienes ríen de buena gana, todo lo que se dice y dejan para el futuro, no sin antes exhortarlos se porten bien durante el año, de lo contrario no podrán ser resueltos sus dificultades y problemas, menos sus sueños.


miércoles, 25 de marzo de 2015

      
                        JUEVES  SANTO

                   SEMANA  SANTA EN MARCA

                        Por: José Santos Gamarra Soto (Dolton)

                
               El Jueves Santo es el nombre dado a la fecha en que Jesús celebró la Pascua con sus discípulos, conocido como la última cena. La Liturgia del Jueves Santo es conocer más el misterio de la pasión de Cristo, cuyos actos se realizan con bastante fe y religiosidad en nuestro país.

              En Marca, durante la semana santa, las escenas de la vida y pasión de Cristo cobran inusitada autenticidad. Los preparativos se inician días antes, cuando los estandartes, llamados “alumbrantes”, elaboran los cuayes, bizcochuelos, huahuas, el dulce común, el dulce de higo, el frijol colado, el manjar blanco; los cirios, velas y velones que serán previamente entregados a los feligreses para acompañar en la noche de procesión de Jueves Santo y Viernes Santo.

              En horas de la tarde de Jueves Santo, se realiza el “wataqui”, cuya ceremonia consiste en hacer un arco grande de cipreses con flores silvestres como la llima llima, el pullu pullu y otras flores especialmente traídos desde la puna de Marca, este arco se va llenando de flores silvestres en una gran cruz de madera donde está Cristo crucificado llamado el “Cumuchi”, hasta darle un peso de 120 kilos aproximadamente, para ser llevado en  procesión por un solo hombre llamado Santo Varón o Apóstol.
 En horas de la tarde se sirve a la feligresía Sopa de Quinua, luego se procede con el "Wataqui".

             En horas de la tarde se sirve un rico potaje de sopa de quinua con queso a todos los asistentes. Este plato rememora la última cena de Jesús y sus doce apóstoles, así como la acción del lavado de pies de los doce apóstoles; este plato tradicional es ofrecido por los mayordomos de la fiesta del patrón San Lorenzo de Marca que se celebra el 10 de agosto de cada año,  es obligación de los mayordomos de la fiesta patronal de agosto de proveer las flores para el llenado del arco del Kumuchi de jueves santo.
                    Dos Santos Varones han ganado en la pujanza para cargar a Cristo cruficado
                    quienes se alistan a cargar el Kumuchi por todo el perímetro de la ciudad.

             En la noche, antes de la procesión de Jueves Santo, se canta el “Maitines”, en latín y castellano,  interpretado por cantores aficionados, donde sobresalía la voz de don Leonor, en otras oportunidades cantaba don Antonio Méndez conocido como  “Palluaco”, otros cantantes de esas épocas eran, Félix Padilla, Inocencio Soto y posteriormente Edmundo Espinoza y Jeremías Padilla, entre las damas sobresalían en los cantos religiosos: La Sra. Damiana,  Elcira Quispe, y las hermanas Lucila y Frida Soto, se  canta el miserere y el laudatus, acompañados con el arpa, cuyo toque genera hondo sentimiento religioso, donde todo el pueblo va confluyendo hasta llenar la Iglesia.
                    Luego de tomar su "Toropachaquín" uno de los Apóstoles comienza desde la 
                    Iglesia hasta chopicalle en el barrio de Pircay, luego el otro Apóstol hará
                    el ingreso en horas de la mañana siguiente a la Iglesia Matriz de Marca.

             Caracteriza a esta costumbre, la llamada pujanza para cargar a Cristo en número de dos aspirantes, llamados santos varones; cada uno de ellos, ofrece mayor cantidad de dinero para cargar a Cristo crucificado, llamado el Kumuchi, generalmente son aquellos jóvenes que trabajan en el campo, hombres rudos que pueden resistir el peso, cargar solo y llevar por las calles empedradas en plena lluvia y barro. Cada cargador representa el apóstol, vestido con alba blanca o túnica, descalzo, recorre con Cristo crucificado. Cada santo varón carga hasta  mitad del recorrido, porque la procesión  da la vuelta por todo el perímetro de  la ciudad de Marca, en señal de penitencia para redimir sus pecados.
                     Para redimir sus pecados y de la feligresía el Santo Varón debe llevar  
                   descalzo a Cristo crucificado por las calles pederegozas y llenos de barro.

               Durante  la procesión, los fieles forman dos filas, una de damas y otra fila de varones al son de la banda de músicos contratado por los estandartes. La procesión sale a media noche y culmina en horas de la mañana siguiente…....................Continuará con Viernes Santo


domingo, 22 de marzo de 2015

  SEMANA SANTA EN MARCA....Estando a escasos siete dias del inicio de la festividad de la Semana Santa en Marca, les hacemos llegar en descripción el DOMINGO DE RAMOS, acto religioso que se realizará el Domingo 29.03.2015.



                       SEMANA  SANTA  EN  MARCA

                     DOMINGO   DE   RAMOS

                Por: José Santos Gamarra Soto(Dolton)

   El señor del Triunfo momentos antes de su recorrido en procesión
                           Fotografía : Lisbeth Luis Quispe

                 Marca, es uno de los pueblos que mantiene intacta sus costumbres y tradiciones; unas, de carácter nativo y otras, con profundo sentimiento religioso como es la celebración de la Semana Santa; los actos religiosos comienzan con las novenas una semana antes. Antaño Don Leonor Gamarra como cantor del pueblo, reemplazaba al cura en las actividades de carácter religioso; él, se preparaba desde meses antes en las chacras de la campiña de Cochacar; muy religioso al igual que toda su familia, su esposa  Eracla, su hija Nora o “Isabelita” que era el nombre de cariño, también  su mamá Teodora o doña "Ticu", que era hermana de mi abuela paterna, la abuelita Juana.

                 Don Leonor, estaba en cada actividad religiosa que se realizaba por Semana Santa, era ferviente devoto de todas las vírgenes, sabía las fechas religiosas de todo el año cuando nos encontrábamos por alguna de las chacras de Cochacar siempre me comentaba de las fechas religiosas y constantemente manifestaba que faltaban tantas semanas o tantos días para cada festividad religiosa, contaba los días en forma regresiva hasta el día del acto religioso, y, cuando acompañaba a los párrocos durante la misa lo hacía en latín y castellano, era el cantor del pueblo, paraba cantando día y noche canciones religiosas por la campiña de Cochacar.

                        Cada año, antes de la Semana Santa se comenzaba con las novenas, rezando en las noches, las damas luciendo rigurosos vestidos negros rezaban en las novenas de la Iglesia Matriz del pueblo. Las novenas empezaban nueve días antes del Viernes de Dolores, que consiste en rezar el rosario a la Virgen de los Dolores y al Padre Jesús Nazareno; es el viernes anterior al Domino de Ramos que conmemora los sufrimientos de la Madre de Cristo durante la Semana Santa. Antiguamente, cuando niño, veía que la Santísima Virgen de los Dolores salía en recorrido procesional por el perímetro de la ciudad acompañado de Jesús Nazareno;  luego el Domingo de Ramos, que rememora la entrada triunfal de Jesús de Nazaret en Jerusalén, según la historia ésta entrada triunfal se realiza días antes de su pasión, muerte y resurrección, con palmas, olivos y eucaliptos, especialmente colocados en las paredes de las casas por donde pasaba el Señor del Triunfo. La ciudad mostraba  un aspecto monacal de honda fe religiosa.
                    Los apóstoles son los encargados de conducir al pollino con su jinete Divino,
                   durante la procesión en el día de Domingo de Ramos, en medio de la algarabía 
                                                     y júbilo de los feligreses.
                                               Fotografía:  Lisbeth Luis Quispe

                           En Marca, se celebra el Domingo de Ramos con una procesión en el día y otra en la noche que incluye un jumento que carga la imagen del Señor, el pollino es paseado con su jinete Divino, en ambas procesiones el señor del Triunfo va en el lomo de un pollino especialmente preparado para la ocasión acompañado por la banda de música que interpretan las marchas de procesión, dicho pollino debe estar en un estricto ayuno y abstinencia días antes de la procesión del Domingo de Ramos, luego de ser bañado es recortado el pelaje que le cubre y acicalado con dibujos y figuras religiosas como el Cádiz o la Cruz, en el lomo del burro.
    En la noche se repite la procesión con acompañamiento de la feligresía entre palmas y olivos.
                                             Fotografía: Lisbeth Luis Quispe.

                        Acompañan a ésta procesión, los apósteles que en número de dos o  cuatro santos varones, que tendrán el cuidado de la imagen durante la procesión, caracteriza a ésta procesión las palmas y olivos así como la alegría de los feligreses durante el recorrido del mismo….
                                           Continuará con Jueves Santo… 

sábado, 7 de marzo de 2015

WARCARUTÍ……….El corte de pelo a niños llamado “WarcarutÏ” ó el  “Quitañaqui” es recordado por José Santos Gamarra Soto en su libro “Historia de Ivo”, costumbre y tradición que en el pueblo de Marca no se ha perdido, el cual consiste en cortar el pelo por mechones, hasta su total rapado, con fiesta incluida que los padres y padrinos del infante organizan…

          WARCARUTÍ

                 Por: José Santos Gamarra Soto

                  ( Del libro:  Historia de Ivo )
Orquesta vernacular de Marca por los años 60 y 70, en la fotografía aparecen Lorenzo Fabián, Emilio Soto(con corbata), Edmundo Espinoza, Gregorio Ramirez-"Chipuco". Valeriano Aquino y Epímaco Soto.
Fotografía: Marina Ramirez Churano

                        En el Distrito de Marca existen algunas costumbres y tradiciones que a pesar del paso de los años y  generaciones perduran a través del tiempo; algunas costumbres no se dan a conocer por falta de información o porque los marquinos aún no hemos investigado a través de los infolios de la historia, hechos y acontecimientos importantes de la historia de Marca. Y, ponerlos en valor para conocimiento de las futuras generaciones que tienen la obligación y  el derecho de conocer y cultivarlos a través del tiempo. Una de las costumbres de nuestro pueblo es la fiesta del “Quitañaqui” fiesta donde se realiza el “Warcarutí”.

                      En las últimas Elecciones Municipales y Regionales realizado el 05 de Octubre de 2014, viajamos a Marca para cumplir con nuestra obligación ciudadana, ampliando nuestra estadía en Marca hasta el miércoles 08 de Octubre para proveernos de los ricos cuayes marquinos en el horno de mi primo Lecker Toledo Gamarra, quien año tras año como panadero favorece a la familia con las exquisiteces que prepara en su horno ubicado en Huarupampa.

                      El martes 07 nos tocaba preparar los ricas tortas de maíz y manteca de chancho que los marquinos llamamos cuayes. Cuando nos encontrábamos en la fase del “Tacllado” de los bollos en la  artesa del primo Lecker, recibimos la triste noticia del fallecimiento de nuestra prima “Filli”en el anexo de Churap, la prima Filiberta Cueva Soto natural de Churap era hija de Don Cesáreo Cueva y Doña Advíncula Soto. Enterado del lamentable hecho junto a Fidel Soto enrumbamos al Anexo de Churap, cosa que lo hicimos el mismo día.

                        Luego de una hora de amena caminata llegamos a Churap, lugar de mis ancestros por parte de mi señora madre, por ser descendiente de mi abuela Doña Tomasa Padilla Ferrer progenitora de mi madre doña Elpidia Soto Padilla, mi abuela Tomasa era hija de Félix Padilla, quien a su vez era hijo de Don Lorenzo Padilla nacido allá por el año de 1,780, mis tatarabuelos dejaron en herencia a mi abuela Tomasa, extensas tierras en la jurisdicción de Churap y Chinchipampa llegando sus dominios hasta Pampán como consta en los documentos del año 1,918 en la Notaría Borda de la provincia de Recuay.

                       Filiberta Cueva Soto había fallecido a raíz de una penosa enfermedad que le aquejaba desde años atrás. En el velorio nos encontramos con varios paisanos churapinos entre ellos mi primo Joaquín Hércules Espinoza Soto, su esposa Nila y una de sus hijitas, con los que pasé un momento agradable al recordar antaño cuando niños nuestras vivencias  en el anexo de Churap, aquellos tiempos que jugábamos en la plaza de Armas de Churap, asi como en “Kirún” antes de la bajada al río,  muy cerca a  la casa de mi abuela Tomasa, quien dejó en herencia a sus tres hijas Felicia, Filadelfia y Elpidia, casas para cada una de ellas, dichas casas estaban ubicadas en la plaza de armas de Churap.
   En la actualidad existe la carretera que une Churap con Ichoca, cuya carretera se ve                                            hasta la subida de Paroncayán, vista desde Shinua.

                      Estando en el velorio, vinieron a mi memoria anécdotas y recuerdos de mi “Warcarutí” allá por el año de l,956 denominado en algunas regiones como el “Quitañaqui”, hacía cincuenta y nueve años atrás que se realizó mi Warcarutí en esa misma casa cuando yo contaba apenas con cinco años de edad. Apuntando al centro de la sala le comentaba a los presentes y a mi primo Hércules  que precisamente en aquella casa y en el centro de la sala, se había realizado dicho acto ancestral de mi quitañaqui.

                     La costumbre del Warcarutí consiste en cortar el pelo por mechones, después de finalizar cada baile las parejas se acercan para dejar cierta cantidad voluntaria de dinero, en un recipiente preparado especialmente para la ocasión; por supuesto, los padrinos son los primeros en bailar e iniciar la ronda de depósitos luego los familiares y finalmente los invitados. Los padrinos cada vez que salían a bailar era motivo de comentarios porque murmuraban que “ellos ponen a la par con Londres”, recordemos que en aquella época existía en circulación el billete de diez soles oro el cual era de color rojo-llamada libra peruana-cuya cotización tenía equilibrio con la libra esterlina de Inglaterra.

                    Los padrinos  de mi Warcarutí fueron Don Cesáreo Cueva primo de mi madre, y la madrina Doña Jovina Gamarra prima de mi padre, ellos habían acordado la fecha y lugar de tal acontecimiento. La fiesta de mi quitañaqui se realizó en la plaza de armas de Churap, con invitados de mis padres tanto como de mis padrinos, a mis cinco años contaba con una larga, pero muy larga cabellera, enmarañada a lo que los lugareños llaman “Warca”, mis padres contrataron un conjunto musical vernacular integrado por Bernabé Molina del barrio de Jacacuchu a la que también se le denomina barrio de “Llushu”, y dos violinistas, uno de ellos Gregorio Ramírez llamado “Chipuco” del bario de Pircaymarca, hijo de doña Pulu, mientras que el otro violinista era Lorenzo Fabián llamado “Wecti Lorenzo” quien vivía en convento, entrada de Marca.
             Plaza de Armas del Anexo de Churap, donde se realizó el Warcarutí

                    Se bailó hasta el amanecer debido a lo abundante y largo de mi cabellera. Esa noche los padrinos y los invitados habían depositado en el plato que servía como recipiente de los aportes de los invitados, la suma de ciento ochenta soles oro, mientras duró el baile, yo permanecí despierto y la fiesta terminó a la mañana siguiente cuando quedé totalmente rapado. Es costumbre que a cada uno de los padrinos se les sirva un plato de picante de cuy entero como lo hicieron mis padres, más una botella de ron; a los familiares é invitados les pusieron medio cuy sin descuidar el huashcu.
  Jacapicante Marquino, tradicional plato que se sirve en toda fiesta como el Warcarutí.

                    Esa noche en ceremonia especial mis padrinos me obsequiaron una ternera de color  blanco, era más bien jaspeada, de dos años de edad que mis padres le pusieron de nombre “Perla”, que incrementó el ganado vacuno que poseíamos por esos años en punku,  donde mi abuela Tomasa Padilla Ferrer poseía hatos desde tiempos inmemoriales heredados de su padre, quien a su vez heredó de su abuelo, era común que los hijos hereden de sus padres, estos de sus abuelos, que a su vez ellos hereden de los bisabuelos y estos últimos de sus tatarabuelos, se dice que el abuelito de mi abuela Tomasa Padilla Don Lorenzo Padilla era natural de Chiquian, era dueño de casi todo Churap por esos tiempos, estos hatos consistían en una cueva grande y algunas cuevas más pequeñas enclavadas en los cerros a la altura de Punku, con sus respectivos corrales e inmensas tierras eriazas con mucho pasto natural para las vacas, borregos y cabras que estaban bajo responsabilidad de mi hermano Ciro durante las épocas de invierno.

                        La costumbre ancestral de la fiesta del Quitañaqui donde se realiza el Warcarutí de los infantes sea niña ó niño, pervive hasta la actualidad gracias a la identificación y arraigo que le han dado los pobladores de Marca, el cual concita el interés y cariño de la población citadina, incrementando nuestra cultura andina que perdura a través de los tiempos.