viernes, 22 de enero de 2016

                   LA  JARA  PUCKLLA - PARTE I

                 (Del Libro: Historia de Ivo)

           Por: José Santos Gamarra Soto (Dolton)

         Año 1959, en el lugar denominado ACATANA, en "Washawacta" (Mario Carrrión Sánchez)

La Jara Pucklla es una expresión cultural del distrito de Marca, Provincia de Recuay, Departamento de Ancash que es interpretada en forma tradicional desde muchas generaciones, practicado por los pobladores en agradecimiento al agua y a los cultivos que han producido cosecha; es un culto al agua y a los cultivos de maíz, trigo, cebada y demás cereales así como los tubérculos; este juego cuando niño practicábamos en cochacar junto a mis padres, donde se agradece a los “Apus” o a los “Wackas”, que se dice conversan en noches de luna llena en las cumbres andinas al distribuir ya sea el bien o el mal, y tienen su origen desde tiempos muy remotos.

Estos juegos a la cosecha son cantadas desde tiempos muy antiguos, a tal punto que nuestros abuelos y bisabuelos nos contaban las bondades sobre estos juegos, son canciones interpretadas en quechua y algunos dialectos que forman parte de la cultura marquina y que se han cultivado hasta nuestros días.
      Parte norte de la Campiña de Cochacar, de memoria infinita y nostálgica recordación.

En los meses de agosto y setiembre, cuando las mazorcas de maíz y las espigas doradas del trigal están para la cosecha, es cuando un grupo de personas entre jóvenes y adultos de ambos sexos se reúnen alrededor de las “eras” haciendo derroche de energía, demostrando sana alegría en lugares estratégicos forman un circulo tomados de la mano, en uno los hombres, mientras que las mujeres forman otro circulo también tomados de la mano en noches de luna llena.

En éstos meses del año se llevan a cabo las celebraciones de las cosechas de maíz en la campiña de Cochacar, Coshrum, Rosaspampa, Rárapy, Joctapi, Pati, Kosma, Muña Jircan, Tacar, Wacraqaqa, Anca Alta, Anca Baja, Cashapampa, Qillakuta, Colca, Antapi, Jacahuas, Kuyhuan, Wancawasi, Waqakuito, Cardón, Wakuy, Ichikchurap, Churap y en las partes altas como Curcu, Mayapy, chinchewas, Lúcuma, Jancush, Pucahuay, Maraway y otros lugares aledaños.
Lugares descritos en el artículo,donde se practicaba la Jara Pucklla en la cosecha de maíz

El mes de julio, el maizal ya ha abandonado su verde manto de marzo y abril para vestirse de gris amarillento, y aparece el olor de la humita, saladas y dulces, las eras se preparan para recibir las cosechas de maíz y trigo los cuales son preparados con tierra y agua, formando un barro especial para embadurnarlos una pampa especialmente preparado para la cosecha luego son “secados” con el incesante sol de temporada del verano equinoccial del hemisferio sur del continente. Los rastrojos existen en abundancia en la cabecera de las chacras  que apacienta a las lecheras, caballos y asnos; en éstos meses los tallos del maíz así como la del trigo se entregan al aire fresco y seco meciéndose en todo el valle.
    
Los ricos choclos de los meses de mayo y junio que se han graneado en hileras en las doradas mazorcas de maíz empiezan a amarillar. En el campo todo es paz y alegría. Mis padres tenían en Cochacar sembrados chacras propias y al partir en sociedad con otros dueños, al cincuenta por ciento para cada uno; las chacras de casi todo el valle de cochacar era sembrada por mi familia. Me gustaba caminar con “ondilla” en mano por los senderos y cabecera de las chacras a mi temprana edad tratando de silbar alguna melodía que había escuchado en la fiesta patronal de Marca.

El aire que se siente en el mes de agosto era intenso y bueno para intentar sacar alguna melodía a pesar de la dificultad que tenía, dada mi edad; en el campo era hermoso escuchar el ruido de las hojas secas, junto a los eucaliptos y alisos denominados “ramrash” que hay en las cabeceras de los maizales, los tallos juguetean al unísono con el viento, balanceándose de un lado a otro, cual vaivén de hojas de papel que forman un cuadro quimérico que embelesan a los ojos.     
En ésta temporada, es frecuente encontrar en los tallos secos del maizal enredados a los panamitos y a los pushpush con las vainas llenas de cereales. Están también las ramas y tallos de las calabazas con sus frutos maduros de color verde, otras son de color blanco en su totalidad, así como los hay de verde y blanco, para éstas fechas existen  también algunos inmensos zapallos serranos llamados “bujano”  esperando la  cosecha.
       
En estos meses, las bandadas de loros y chivillos que tanto trabajo me dieron como “Machicoc Wambra” en los meses de mayo y junio; desaparecen, ya son los meses de julio y agosto los loros y chivillos han desaparecido como por arte de magia, ahora, vuelven las palomas, las torcazas, los qeeshros, las pichichancas, las tortolitas, los cullcush, los corregidores y los huanchacos de pecho colorado que saben de la abundancia de granos de maíz y trigo, éstos, anidan en los tallos y las ramas secas del maizal. Es frecuente encontrar por estos tiempos nidos y pichones de pichichancas, qarwuayocs y rocoteros. Los winchucos y los tiutis ya no tienen cabida en los maizales que buscaban  sumos en las flores y pelos de choclo llamados “acktzas”, ahora éstos,  invaden las huertas para alimentarse del sumo de los rosales y los geranios.
 
En la era, los costales preparados de jergas multicolores esperan en fila a los asnos, las yeguas, mulos y caballos para llevar la cosecha a la ciudad, para  ser almacenados en el tercer piso de la casa de mis padres.  Hay abundancia de pasto, los animales ya no tienen necesidad de ir lejos, como cuando se escapaban hasta los alfalfares de jacahuas en las noches, ahora duermen en nuestras chacras  unos parados y otros echados.

En las noches, contemplar el brillo de los astros y la velocidad de las estrellas fugases es todo una maravilla y la presencia de la luna que le da un espectáculo indescriptible, la constelación del sur se ve en todo su esplendor; en las noches me echaba en las eras y miraba embelesado la cruz del sur, el llamado Cuchi Pishtag se aprecia a plenitud, las estrellas y todo el firmamento se veía como una tela celeste y estrellas en un techo bajo, era indescriptible…CONTINUARÁ...

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