jueves, 28 de enero de 2016


                 JARA PUCKLLA  -  PARTE III

           (Del Libro: Historia de Ivo)

      Por: José Santos Gamarra Soto (Dolton)
                    
     Cosecha de trigo en Curcu, una vez que se ha trillado con los asnos, se procede a "Huawyar" al trigo para ello hay que llamar al viento con silbidos, las damas van separando                                 el grano de la paja.
                           Fotografía: Fidel Soto Cubillas

CONTINÚA………………………………………………..Cuánta alegría había en el juego del Jara Puckllé, ardía una fogata muy cerca, era luna llena, la noche era espléndida, todos se juntaban danzando alrededor de la era, las mujeres en una ronda y los varones en otra, eran tiempos de mucha algazara, había mucho respeto entre los hombres y las mujeres, cada cual en su ronda. Antes del baile comíamos las humitas dulces hechas con chancaca y las saladitas, cada quién tomaba a su gusto.

Al frente de Cochacar está Cuyhuán apenas dos familias residían ahí, según nos cuenta nuestro amigo Jorge Díaz Espinoza, su abuela doña Macaria Méndez y su abuelo don Maximiliano Espinoza habían dejado en herencia extensas tierras en Cuyhuan; uno de los que quedó allí por esos años fue Hipolo Chávez y Potenciana Soto  recién casados aún no tenían hijos, otro que vivía cerca a ellos era Lorenzo Espinoza con su mujer Susana Fabián a quien llamaban “Wuallpasua”(Ladrón de gallinas)-, llamado también “Cachaslorenzo”, y su hijo Edmundo Espinoza Fabián, a quien le pusieron de sobrenombre “Qerumutza”(Besa maguey); de Cuyhuán no contestaban a los juegos que con “insultos” incluido se hacían en la Jara Pucklla desde Cochacar.
     El color verde de las hojas de cholclo del mes de mayo-junio, van adquiriendo el color de gris amarillento, enredados en el tallo del maizal se encuentran los panamitos y los "pushpush " asi como calabazas y "bujanos" listos para la cosecha.
                                Fotografía : Marisel Ortiz 

En cambio en Wuancawasi, que está también frente a cochacar, más hacia el sur, si había mucha bulla y alegría, también cantaban y bailaban alrededor de las eras, cada cántico era contestado por ellos, en dicho lugar doña Braulia, tenía varios hijos, hijas y nietos, eran alrededor de diez a doce personas, para ellos era fácil reunirse en sus eras y cantar en contrapunto, contra los jóvenes de Cochacar.
  En las cosechas de maiz y trigo, hay abundante pasto para los animales, el rastrojo y los forrajes existen en abundancia, en la vista se aprecia el encantador Hueylla.
                                 Fotografía: Marisel Ortiz

Cómo olvidar las cosechas de aquellos tiempos llenos de alegría en Máyapy, Marahuay y Curco, situadas en la parte alta de Cochacar, a veces coincidían con la fiesta de Santa Cruz que se celebra el 14 de septiembre de cada año; donde también cantaban y bailaban en honor a la cosecha de maíz y trigo, duraban horas y horas a veces hasta el amanecer, los muchachos cansados se quedaban dormidos en las eras, sobre las pancas y forrajes del maíz y el trigo que les servía de colchón y de abrigo o sobre los costales de jerga que habían sido preparados para cargar la cosecha.
      Antiguamente, los lugares de Lúcuma y Curcu eran sembrados de maíz y trigo, donde se juagaba el Jara Pucllé en tiempos de cosecha, en los meses de Setiembre-Octubre.

Continuando con el canto de la Jara Pucklla se llega a cantar sobre los “celos”, el hombre como la mujer con insultos a veces en forma grotesca,  sobre sus ojos grandes de alguna de ellas, sus orejas grandes, sus cojera al caminar, algunos jorobados, algunos otros tímidos ó cabizbajos frente a la mujer, cantan con algún desprecio o insulto sin perder la cordialidad, es momento también de brindar la chicha de jora, más humitas y sin faltar el aguardiente que hace entonar mejor las canciones que se cantan, al mismo tiempo repiten:

                                 Los hombres:
                                Celacamun tackra ñahui cashpa.
                                    (Eres celosa, siendo tuerta)
                                Perdimanquiran, celosacaptick
                                    (Me perderás, si eres celosa)

                                  Las mujeres:
                                  Tackra celosacallá, pavu traza ccaptick
                                     (Soy celosa, ante un pavo)
                                  Perdimanquiman, upa captick
                                     (Como tonto que eres, me perderás)

Ya son las cuatro de la madrugada, mientras los jóvenes cantan y bailan en la era, en la chocita cubierta con ramas de eucalipto doña Ellpicha y doña Eracla, hacen arder  las llamas rojas de candela donde hierven más humitas y caldo de cabeza de carnero con su olfateante olor a muña y chinchu, para que se sirva Don Brindis y de madrugada llevar la carga de cosecha que quedaron el día anterior, él llevará la carga con algunos burros, yeguas, mulos y caballos alrededor de diez a doce cargas, mitad para el socio y la otra mitad hará ingresar por el “zaguán” del portón verde oscuro con una inmensa aldaba del Jirón Bolognesi N° 147 en casa de mi abuela doña Tomasa Padilla, en chopicalle.
   Jirón Amargura, la última casa del lado izquierdo es la casa de mis padres, cuyo tercer piso ya no entraba ni un grano más de cosecha, por estar totalmente lleno, así era hace sesenta años.

Mientras que los noctámbulos cantores siguen con sus chanzas y bromas picarescas, cantan confundiendo a las mujeres que usan vestidos de color verde con el plumaje de los loros que pasan a diario en bandadas encima de los maizales, y las mujeres contestan sobre el tema hasta diez a doce veces, luego pasan a los “regalos” que se han dado, el hombre dice que el poncho que le regaló no es de su agrado, y la mujer dice que el anillo que le regaló no le gusta porque solo es de cobre, y así contestan entre diez a doce veces con distintos regalos. Cuyas letras dice:

                                     Los hombres:
                                     Verdillantaa pureq ccallaptick ¡ay chihuillito!
                                         (Como andas de color verde)
                                      Karka shamocta pechinillarqaá ¡ay chihuillito!
                                          (Al ver a los loros, pensé que eras tú)

                                    Las mujeres:
                                    Cuchpa peckalla purillaptick ¡ay chihuillito!
                                         (Como andas con tu cabeza de piedra)
                                    Cuchpa pasacta, pechinillarqaá ¡ay chihuillito!
                                        (Cuando pasó la galgada, pensé que eras tú)
                       
                                      Los hombres:
                                     Jerga ponchiquita rurécamurtzun
                                         (Por el poncho de jerga que me regalaste)
                                      Personallahuan dueñutukamunqui
                                         (Te quieres hacer mi dueña)
                                  
                                        Las mujeres:
                                       Cobreanilliquita kareqamartzun
                                          (Por el anillo de cobre que me regalaste)
                                        Personallahuan dueñutukamunqui
                                          (Te quieres hacer mi dueño)

Cuanta alegría, cuanta algazara de los bailantes del Jara Puckllé a esas horas de la madrugada, entonces, los hombres angustiados porque van perdiendo en los cánticos y bailes, a estas horas del amanecer, exclaman:

                                    Take puntacho, rurota jirpa kikapte (hombre)
                                  - Cuando en la punta de ese cerro estaba revisando mis testes
                                     Pihuan mehuan teckarqequi (hombre)
                                     ¿Con quién estabas sentada ?

                                   Wauckicllahuan mi teckarqa (mujer)
                                   - Solamente estaba sentada con tu hermano
                                   Jinaman jinaman yarparamurka (hombre)
                                   - Si en esos precisos momentos bajaba del cerro

                                   Yanta rajepam rajackman karka (hombre)
                                 - Te hubiera rajado como a la leña
                    Imanirack rajankiman karka rogashpachi chamunquiman karka (mujer)
                                   -No tendrías por qué rajar, más bien me hubieras rogado.

Cantan los gallos anunciando el nuevo día, los jóvenes siguen cantando y bailando alrededor de la era. Doña Ellpicha y doña Eracla siguen preparando el desayuno y el almuerzo del día para los peones, el juego de la Jara Pucklla apenas está por la mitad, entonces alegres y sonrientes toman la decisión…………….                                            CONTINUARÁ…

5 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Cuanta cosecha almacenada en el tercer piso de la casa de mis padres, donde aparecían las ratas, mis padres y mi hermano dormíamos en el segundo piso, a medianoche había pelea de ratas en el 3° piso, entonces mi madre nos levantaba para matar esos roedores, yo en una esquina soñoliento con mi mazo en la mano...pobre que se me escape la rata, tenía que estar muy atento, lo poco que comían esos roedores no hacían mella la inmensa cosecha que se sacaba cada año...si, ¡Eran otros tiempos!.

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  2. eran otros tiempos, habia harta produccion, no habia la grama que ahora ha invadido los terrenos, agua tambien habia para regar.no pagaban mucho por la produccion, porque no habia mercado como ahora que Lima consume.

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    1. Aunque esas gramas han aparecido por decidía de los mismos agricultores, que tampoco trabajan como antaño...

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  3. ahora no hay gente,no porque hayan gamonales, sino porque no hay agua, muchos parasitos que atacan a las plantas. hay buenos colegios, tv, internet pero la gente quiere andar a la moda, en carro, no con ojotas.

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