sábado, 11 de octubre de 2014

         LIMAC – JIRCA  Y  APU JIRCA
               Por: Jorge Victorino Tolentino Gamarra.


En épocas muy remotas vivía en la puna un mujer sola; tenía muchos animales y casas. Una noche, cuando la mujer se hallaba en profundo sueño, fue despertada por la conversación de los cerros Limac – Jirca y Apu Jirca.

Aquel decía a este: “¡Apujirca Shey!, ¡quellaman ullhuacacami, fiambreta micunapacc!” (Apujirca, ven hacia mí para comer mi fiambre). Apujirca acudió a la llamada y cuando estuvieron juntos, Limacc – Jirca, señalando la casa de la mujer, dijo: “Taquechomi fiambrintzic, acu” (Allá está nuestro fiambre, vamos).

Al escuchar esta conversación, la señora se levantó azorada e inmediatamente huyó al pueblo de Marca, diciendo antes: “Huillquequecca allí tzintzu, allí muña micushccam” (tu nieta está alimentada de un buen huacatay y buena menta), y contó a toda la gente lo que había pasado. Al día siguiente al volver a su casa, encontró sus ollas rotas, sus cosas en desorden y sus animales muertos. Ambos cerros, destrozaron todo cuanto hallaron en ese lugar para saciar su hambre.

Tal vez también ahora, en noches de soledad, se escucha la misteriosa voz de esos cerros.
         LIMAC - JIRCA  Y  APU JIRCA frente a frente, se aprecia al Nor-Este de la ciudad de Marca,                                       se dice que antiguamente en noches de luna llena, ambos cerros conversaban.

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