*****HECHOS HISTÓRICOS DE MI TIERRA*****
Un día como Hoy
Sábado 10 de febrero de 1912
¡Muerte de 26 Marquinos!
Por: José Santos Gamarra Soto
El atardecer del 10 de febrero del
año 1912 la fuerte lluvia y los truenos que desde hacía siete días y siete
noches en forma ininterrumpida e intensa caía sobre la ciudad de Marca, hacía
presagiar una desgracia de proporciones. El agua golpeaba con insistencia el
techo de las humildes casas que compartían cada una de las familias en el
pueblo de Marca; distrito ubicado en la vertiente occidental del departamento
de Ancash, cuyo río lleva el nombre de Río de Marca y cuyas aguas llegan al
Océano Pacifico con el nombre del Río Fortaleza.
A las 6.30 p.m., de dicho día se
escuchó un estruendo en el cauce del río a la altura de Karka Upianán,
era un golpe seco, parecía que se había caído el Shancur o parte de
ella, era un ruido estruendoso y ensordecedor que se escuchó, único aviso sobre
lo que sucedería minutos después.
En los siguientes minutos siguió un
silencio sepulcral, todos se miraron, silencio que precedió a los gritos de los
pobladores cuando ya todo era tarde. El barro moreno avanzaba llevando consigo
semovientes, piedras, troncos y animales; ¡Horror!, era la primera vez
que se veía ese fenómeno de la naturaleza. La inundación no dio tiempo a
ninguna medida preventiva y muchos vieron despavoridos como el lodo ingresaba
por el Jirón Grau, Plaza de Armas, luego a sus casas, la fuerza del agua era
descomunal. La gente salió despavorida de sus casas, pero ya era tarde, el río
avanzaba borrando casas, huertas, animales, fueron miles, sino millones de
metros cúbicos de agua y lodo que siguieron el cauce del río, el barro marrón
oscuro que llevaba ese día precedía la muerte de aquel crudo invierno, que
cobraría la vida de 26 marquinos y cientos de heridos, quedando anegada casi
toda la ciudad.
Según informes de la época, al norte
de la ciudad de Marca, al frente de Aliso, en los lugares denominados Atogtanan,
Chichispuquio y Tamboqaqa hubo derrumbes en los cerros por efectos de una
lluvia torrencial que no cesaba en días, lo que embalsó el cauce del río,
aumentando su volumen, que a velocidad arrasó cuanto encontró a su paso,
piedras de gran tamaño y destrozó la parte céntrica de la población con
dolorosas pérdidas humanas y un sinnúmero de heridos, el pueblo quedó aislado
porque el único puente de cal y canto que los unía fue destruido por el aluvión
quedando un conglomerado de enormes piedras en la plaza mayor.
Días más tarde llegaron el párroco de
Cajacay así como el obispo de la Diócesis de Huaraz, quienes organizaron
peregrinaciones a los lugares de Atogtanan, Chichispuquio y Tamboqaqa, pidiendo
al creador que aplaque su ira y que no se repita flagelo igual. El sacerdote y
el obispo rezaron secundados por los peregrinos, echando bendiciones con agua
bendita en los lugares indicados. Esta desgracia inspiró a Justo P. Gamarra el
huayno “Las Ruinas de Marca” estando en Chaucayán, se dice al ver sobrevolar un
cóndor, única composición de este trovador, porque su sino fue adverso.
RUINAS DE MARCA
Letra y Música de Justo P. Gamarra
Una noticia me tiene
me tiene atormentado
sí será cierto mi cóndor
hecho una playa mí pueblo.
Sábado diez de febrero
ay que tarde tan fatal
desde los niños y viejos
aluvión se los llevó.
Rango de villa tuviste
ay mi desgraciada Marca
a tus hijos progresistas
hasta sus huesos molió.
Veintiséis almas de Marca
perecen aquella tarde
ciento y tantos escaparon
nadando como los peces.
Toda la caja del río
está teñida de sangre
veintitantas coyunturas
buscando han encontrado.
Desde el cielo ha bajado
un velo negro de tul
hasta los cerros de Marca
lloraron esta desgracia.
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