viernes, 25 de febrero de 2022

 


EL “MANOLETE  MARQUINO”

 

Por: José Santos Gamarra Soto

 


Marco Tulio Virhuez Gutiérrez fue un marquino muy identificado con su pueblo, hombre de probada identidad con su terruño, siempre ponderaba lo mejor para Marca, llegó a ser presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa de Ahorro y Crédito San Lorenzo de Marca que funcionaba en la Urbanización Sol de Oro del actual distrito de los Olivos. La Cooperativa de Ahorro y Crédito San Lorenzo de Marca se creó en el año de 1969 en el distrito de San Martin de Porres, por iniciativa de los hijos marquinos amantes de su pueblo, con el Sr.  Pedro Mugruza Méndez a la cabeza quien trabajaba en el Banco Popular por aquellos tiempos. Las Cooperativas de Ahorro y Crédito son asociaciones que velan y procuran el desarrollo y bienestar económico de sus socios mediante los préstamos que otorga, que es el fin supremo de las Cooperativas, los socios en su mayoría eran marquinos.

En Marca, en la década del cincuenta del siglo pasado los partidos de fútbol y las corridas de toros se desarrollaban en la Plaza de Armas, en el que intervenían toreros aficionados como Jorge “Yuca” Gamarra, Marco Tulio “Manolete” Virhuez Gutiérrez por citar solo a dos personajes de aquellos tiempos. Toreros con traje de luces, con banderillas, capas y monteras como en la actualidad no habían, los toreros aficionados que se lanzaban al ruedo solo premunidos con alguna manta, camisa o pañuelo con los que sacaban alguna verónica que era el deleite del público, eso valía más por la valentía, el arrojo y decisión del torero. El público gozaba con las grandes tardes taurinas que se realizaban en la plaza de armas con los toros bravos que bajaban desde las punas de Marca, porque los toros eran realmente bravos muy parecidos a los toros de lidia y las vaquillonas a la que se le llamaba “Cerreras” le sacaban alguna capea y el público se daba por satisfecho de aquella tarde taurina. En la plaza de armas igualmente se realizaban partidos de fútbol con grandes encuentros donde intervenía el Club Sport San Lorenzo de Marca y el Club Flecha.

Recuerdo dichos eventos porque ya cursaba mis primeros años de aprendizaje en el Centro Escolar de Varones N° 1339, el director de la escuela de ese entonces era el profesor Alberto Camino, de grata recordación para la sociedad marquina, se trasladó a Huaraz en el año de 1960; reemplazándolo en la dirección de la escuela el profesor Félix Montenegro Ríos quien ocupó dicho cargo previo concurso en la capital de la provincia de Recuay.


Una tarde de corrida de toros en la plaza de armas con ocasión de la fiesta  patronal de ese año, presencié una interesante y jocosa corrida con Marco Tulio Vírhuez Gutierrez “El Manolete Marquino” y algunos otros aficionados al toreo, años antes en 1947 el torero español “Manolete” de gran recordación en el mundo de la tauromaquia había sufrido una cornada en Linares-España, de un toro llamado “Islero” que lo mandó al cielo, y los aficionados a la fiesta brava del toreo lo recordaban con nitidez y mucha simpatía por ser reciente dicho acontecimiento; por ello lo llamaban a Marco Tulio el “Manolete Marquino” quien capa en mano-de donde se habría conseguido la capa, no lo sabemos-quería torear en la plaza y Marco Tulio tenía cierto parecido con el gran torero español, tenía una figura desgarbada, era flaco y alto, enjuto de carne y huesos, usaba botas y pantalones muy apretados, ya había estado en la capital estudiando la secundaria, regresaba de joven al pueblo cada año por la fiesta patronal, para lanzarse al ruedo como torero, en cada presentación el Manolete marquino hacía de las suyas para  deleite del respetable.

Una tarde taurina le tocó un toro negro como “Poncho Negro” de recia figura, gran peso y de corte bravía, Marco Tulio por el miedo corría delante del toro a grandes zancadas en la polvorienta plaza, cruzaba la plaza de armas de norte a sur buscando guarida entre los espectadores, corría y corría a trancas y barrancas con su patilarga y bien cuidada vestimenta y cuando estaba frente a la baranda se lanzaba ante la muchedumbre, no se sabía si caía de espaldas o de bruces ante la multitud, causando gran hilaridad y júbilo; el público gozaba con las hazañas del “Manolete Marquino”.

Fuente: Historia de Ivo, Autor José Santos Gamarra Soto


No hay comentarios:

Publicar un comentario