SEMANA SANTA EN MARCA: 2024 - PARTE 3
LOS
“CANTORES” DE MI PUEBLO
DON LEONOR, EL SEÑOR CURA…
Marca, es uno de los pueblos que
mantiene intacta sus costumbres y tradiciones; unas, de carácter nativo, y
otras con profundo sentimiento religioso como es la celebración de la Semana
Santa; los actos religiosos, cada año
Don Leonor Gamarra Cubillas como
cantor del pueblo reemplazaba muchas veces al cura en las actividades de
carácter religioso, en buenos términos era el “Señor Cura del Pueblo”, se
preparaba desde meses antes en las chacras de Cochacar donde vivía. Siendo muy pequeño
veía como se preparaba para las festividades religiosas del pueblo, era nuestro
vecino, muy religioso, al igual que toda su familia, su esposa doña Eracla, su
hija Nora y su mamá doña Teodora a quien llamaban doña “Ticu”, ella, era
hermana de mi abuela paterna doña Juana Cubillas. Don Leonor, estaba en cada
actividad religiosa que se realizaba en la ciudad, era ferviente devoto de
todas las vírgenes, sabía las fechas religiosas de todo el año cuando me encontraba
con él por las caminos de Cochacar siempre me manifestaba de las fechas
religiosas y constantemente me decía faltan tantos días o semanas para cada
festividad religiosa, contaba los días en forma regresiva hasta el día del acto
religioso.
En oportunidades nos encontrábamos en
alguna chacra o en el camino de herradura, aprovechaba para darme buenos
consejos, me felicitaba por mi aprovechamiento en la escuela primaria de
varones y como recitador de poesías en cada actuación, me decía que siga ese
camino indicándome que la fe en Dios es lo más importante en la vida de una
persona.
Cada año, antes de la Semana Santa
comenzaba con las novenas en la iglesia del pueblo, todas las tardes a partir
de las 6 pm., los feligreses confluían a la iglesia matriz para las novenas, se
rezaba en las noches, las damas lucían vestido negro, eso sucedía antes del día
de Viernes Dolores. En Semana Santa, la ciudad mostraba un aspecto monacal de
honda fe religiosa, las escenas de la vida y pasión de Cristo cobran inusitada
autenticidad, era común y hasta obligación el uso del vestido de color negro en
Viernes Santo por las damas marquinas y no se podía matar a ningún animal ni
siquiera las “pulgas” porque Cristo había muerto y todos estábamos de luto.
Los preparativos se inician varias
semanas antes, cuando las estandarteras de Semana Santa llamados “alumbrantes”
elaboran los panes, el cuay, bizcochuelos, el dulce común, el dulce de higo, el
frijol colado, el manjar blanco; así como los cirios, velas y velones que son
previamente entregados a los feligreses para acompañar en la noche en cada procesión
durante la Semana Santa.
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